El Boca dirigido por Diego Martínez se encuentra en un constante vaivén entre la euforia por sus logros, ganarle a River y estar en semifinales de la Copa de la Liga, y la preocupación por sus puntos débiles, particularmente evidenciados por su tendencia a comenzar los partidos desde atrás.
Según datos recopilados, Boca ha iniciado en desventaja en siete de los diecinueve partidos disputados en lo que va del semestre, lo que plantea una seria preocupación para un equipo con grandes aspiraciones, como lo es la Copa Sudamericana 2024. A pesar de haber logrado revertir algunos de estos encuentros, como los clásicos contra San Lorenzo y River, la necesidad de mejorar en este aspecto es clara.
"El equipo tiene un rendimiento en alza, pero debemos abordar algunos problemas que han quedado expuestos, como empezar los partidos dormidos y recibir goles tempraneros", explicó Martínez, consciente de la importancia de corregir estas fallas para mantener la consistencia en el juego.
En palabras del presidente Juan Román Riquelme, "Martínez es el entrenador que necesitábamos, por su manera de pensar y ver el fútbol y por los jugadores que tenemos". Sin embargo, Riquelme reconoció los desafíos que enfrenta el entrenador: "Puedes ser buen entrenador, tener las cosas claras, pero si te faltan jugadores importantes, tampoco existen milagros que te salven".
Con la mente puesta en el próximo desafío contra Estudiantes en las semifinales, Martínez y su equipo están trabajando duro para ajustar los detalles y evitar comenzar perdiendo, así como para evitar recibir goles en los primeros minutos de cada tiempo. Con determinación y dedicación, Boca buscará superar su talón de Aquiles y continuar en la senda del éxito en todas las competiciones en las que participa.
(Clarín)