A mediados de enero de este año el río medía apenas nueve centímetros, en medio de una de las peores sequías que se recuerde y de una bajante que no tenía prácticamente precedentes, sobre todo por la gran cantidad de tiempo en el cual el caudal del Paraná se mantuvo extremadamente bajo, llegando a registrarse marcas por debajo del nivel cero en el puerto de la capital entrerriana.
Sin embargo, la llegada del fenómeno meteorológico “El Niño” a América del Sur ha cambiado el panorama, dado que desde hace varias semanas está lloviendo por encima de lo normal en una zona de Brasil y en el noreste argentino, es decir en las altas cuencas de los ríos que surcan luego la provincia de Entre Ríos.
Así, por primera vez en muchísimo tiempo, este martes el río alcanzó los cuatro metros de altura en Paraná, es decir, cinco centímetros más que ayer, según confirmaron a Elonce desde Prefectura Naval Argentina. Las perspectivas es que siga creciendo, aunque algo menos de lo que se había previsto inicialmente. Según las últimas proyecciones del Instituto Nacional del Agua, se espera que la semana venidera tenga una altura de 4,37 metros y está en duda que pueda alcanzar los 4,70 metros que es el nivel de alerta.
Sucede que si se observa el comportamiento del río aguas arriba, experimenta una baja generalizada que ya se ve en Corrientes.
Incluso, desde “el lunes 6 de noviembre se registra un descenso gradual en los niveles del río Paraná” aguas arriba de la Central Hidroeléctrica Itaipú, por lo cual, desde la misma confirmaron que irán reduciendo gradualmente el vertido que se inició semanas pasadas con la apertura de las compuertas.
Esto podría impactar de forma positiva en Entre Ríos y otras provincias ribereñas, puesto que el caudal del río podría aumentar menos de lo previsto inicialmente.