El mundo del fútbol argentino se vio sorprendido por la noticia de que Alejandro Papu Gómez será sancionado con dos años de suspensión luego de haber dado positivo en un control antidoping previo al Mundial de Qatar 2022. Si bien la sanción todavía no fue informada a la Federación Italiana, lo cierto es que, de quedar en pie, el actual futbolista de Monza podría decidir ponerle punto final a su carrera.
La realidad indica que el futbolista dio positivo en noviembre del año pasado, durante un control rutinario de UEFA después de una jornada de entrenamientos con Sevilla, su anterior club. Según las primeras versiones, el futbolista sostiene que ingirió un jarabe para la tos que contenía una sustancia prohibida. Lo cierto es que, por lo pronto, la sanción todavía no llegó a la Federación Italiana de Fútbol, por lo que aún no corre y podría jugar el próximo domingo si Monza así lo quisiera, algo que igual parece poco factible.
Ahora bien, si la sanción es informada a la Federación Italiana y queda en pie, entonces el futbolista de 36 años tendría decidido ponerle punto final a su carrera. Claramente, dos años sin jugar y un posible regreso a los 38 años no son una opción para el experimentado atacante, quien de todas maneras había anticipado la posibilidad de retirarse previo a recalar en Monza.
Más allá de su postura personal, lo cierto es que la sustancia consumida está confirmada, la ingirió a través de un jarabe para la tos y cometió el error de no informarlo a los médicos del club. Así, la cuestión pasa ahora por saber desde cuándo se computa el tiempo de la suspensión y si la misma es informada a la Federación Italiana de Fútbol.
Al margen de su postura personal respecto de la posibilidad del retiro, lo cierto es que el futbolista todavía tiene una "última carta" para no ponerle punto final a su carrera. Concretamente, el futbolista de Monza buscará negociar que la sanción se haga efectiva desde el momento en que se realizó el control, es decir, noviembre de 2022.
En el caso de que esa propuesta sea aceptada, al futbolista le quedaría poco más de un año por cumplir y podría intentar un regreso a las canchas en noviembre de 2024. De todas maneras, parece difícil que esa opción sea aceptada por las entidades a cargo.
Si bien el control positivo del Papu Gómez data de noviembre de 2022, antes de Qatar 2022, lo cierto es que la sanción de dos años para el futbolista no afectará el logro deportivo de la Albiceleste. Es que, según el Código Mundial Antidopaje, los clubes o selecciones solamente serán sancionados si presentan más de dos casos positivos durante una competición.
De todas maneras, la medalla de campeón que tiene el jugador podría serle retirada, ya que el mismo Código establece esa sanción para aquellos logros deportivos alcanzados con posterioridad a la presentación de la muestra que finalmente fue positiva.