La inflación, agudizada por la devaluación de la semana pasada, alumbró un mecanismo “novedoso” para estos tiempo en las paritarias en un intento por poner a salvo el poder de compra de los salarios: los aumentos acumulativos. Al menos una decena de sindicatos nacionales incluyó en los últimos meses esta modalidad, entre ellos la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el de la Construcción (Uocra) y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), y otros tantos, en los que destaca Camioneros, prevén incorporarla en sus negociaciones en marcha.
Se trata de un esquema ideado para los acuerdos por incrementos salariales en cuotas por el cual cada pago es la base de cálculo del sueldo siguiente en lugar de tomar como referencia el ingreso inicial del período de vigencia de cada paritaria. Comenzó a generalizarse este año por imitación del proceso inflacionario, que por su propia naturaleza es acumulativo cada mes respecto del anterior. Es que los aumentos que refleja el INDEC en cada medición no son comparados con los de un año atrás sino con los del último mes. Por caso, la sumatoria lineal de los índices de los 12 meses de 2022 debería totalizar 72,4% pero la acumulación de cada período cerró la cuenta anual en 94.8 por ciento.
Quiénes ya implementaron este mecanismo
La UOM fue uno de los gremios que brindó novedades en los últimos meses al cerrar con las cámaras patronales metalúrgicas un incremento partido en tres etapas: 20% en julio, 9% en agosto y otro tanto para septiembre. Al incluir el en acta oficial la acumulación de las tres cuotas, la suba de bolsillo alcanzará 42,6% en lugar del 38% de la suma nominal. El sindicato que lidera Abel Furlán está a las puertas de un conflicto con la Cámara del Acero, que capitanea el Grupo Techint, que se niega a replicar en esa actividad el acuerdo metalúrgico.
Otra organización que incorporó el mecanismo fue la Federación de Aceiteros (Ftciodyara), que pisa fuerte en el sector industrial ligado al complejo sojero. Tras un primer acuerdo en el año por un aumento del 41% sumó 25% en junio de manera acumulativa, por lo que para el primer semestre la suba total llegó a 76,25% y el sueldo básico inicial trepó a 400 mil pesos. El mismo piso salarial alcanzó, con igual modalidad, la Federación de Obreros Ceramistas (Focra) mediante una suba este año en tres etapas acumulativas entre sí. También apelaron al esquema acumulativo la UTA y el gremio de Jaboneros.
Además, apelaron al instrumento la Unión del Personal Civil de la Nación para la paritaria del personal de la administración pública que cerró en mayo, con un ajuste de 7% en junio, 11% en julio y 12% en agosto próximo, que al ser acumulativo totalizará 33,02% en el trimestre; la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), que el mes pasado pactó con la cámara del rubro (Camarco) un aumento de 10% en julio, 9% en agosto y 8%, que representa 29,6% por el efecto multiplicador de cada pago, y los gremios de trabajadores legislativos (APL, UPCN y ATE), que con la venia de Cristina de Kirchner y Sergio Massa cerraron un aumento anual dividido en tres pagos (35% en julio, 35% en agosto y 20% en noviembre) que representará 119% al final del período.
Pero la organización pionera en el uso del instrumento acumulativo fue la de los mecánicos del Smata. En los últimos años pactó con las cámaras de la industria automotriz ajustes gatillo contra la inflación sumada por períodos trimestrales. Al estar atado a la variación medida por el INDEC, cada ajuste acompañó linealmente la suba promedio de los precios. No obstante el mes pasado, en una acción poco promocionada, el gremio que lidera Ricardo Pignanelli logró acortar a un régimen bimestral los incrementos automáticos.
La Federación de Camioneros, que lidera Hugo Moyano, arrancó la semana pasada una negociación por adelantado con las tres cámaras del transporte de cargas con una perspectiva de aumento anual cercana al 140 por ciento, en línea con los pronósticos inflacionarios de las consultoras relevadas por el Banco Central. En la organización le confirmaron a este diario que la discusión se llevará adelante con una premisa: en caso de insistir los empleadores con una suba fraccionada, como sucede en cada paritaria anual, la exigencia será que las cuotas tengan carácter acumulativo.