En pleno Santiago Bernabéu, el Presidente de River, Rodolfo D'Onofrio, saboreó la segunda Libertadores que consiguió al frente de la institución de Núñez. Después de todas las vueltas, suspensiones, discusiones y demás inconvenientes que hubo en la revancha de la final, el dirigente recordó en principio a la gente que compró entradas para el frustrado partido del 24 de noviembre en el Monumental. "Siento una alegría inmensa. Estos muchachos son capaces de esto. Esto va dedicado a los 66 mil hinchas de River que tenían entradas para el Monumental y que por personas que le hacen mal al fútbol no pudieron ver esta final".
Muy lejos de los cruces que tuvo con Angelici por las presentaciones ante la Conmebol, D'Onofrio tuvo un par de gestos de fair play al acercarse a los jugadores de Boca tras el 3-1. A Benedetto lo felicitó por su gol. Y lo mismo hizo con Guillermo Barros Schelotto por la participación de Boca en la Copa.
Posteriormente, dejó un mensaje conciliador: "A los hinchas de River les mando un abrazo enorme y les digo que festejen con cuidado. Respeten al contrario. Ganamos, pero la vida sigue. Si se cruzan en la calle, con respeto. Que Buenos Aires sea una fiesta, pero con respeto. Demostrémosle al mundo que somos un país divino y demostremos los riverplatenses que tenemos conducta también cuando ganamos. Un beso enorme. La alegría que tengo es inmensa, pero también lo llamo a la reflexión para que tengan esta actitud".