Horacio Paolini, vicepresidente de Boca, fue uno de los héroes en el incidente protagonizados por los jugadores de Boca y los hinchas de River que atacaron con toda clase de elementos el micro que trasladó al equipo xeneize al Monumental para jugar la final de la segunda Copa Libertadores.
Según el relato del propio chofer Darío Rubén Ebertz, después del violento ataque en el que sufrió heridas y durante este momento dramático "Horacio Paolini tuvo que tomar el volante" porque se quedó "sin aire por unos segundos". "Ahí pensé 'que sea lo que Dios quiera'. Aceleré y me encontré otra vez con un montón de gente de River. Dije: 'Tragame tierra'. Cuando escuchaba a los chicos gritando arriba me agarraba más desesperación", aseguró.
Y agregó: "Dios me mandó un ángel que es Paolini que agarró el volante. Porque si me desvanecía y nadie agarraba el volante no sé qué hubiera pasado".