A los 40 años Manu Ginóbili es ídolo en San Antonio y sigue compitiendo con gran entusiasmo y buen nivel en los Spurs. Para eso es clave el cuidado de la alimentación y el entrenamiento físico, pero también la manera en que el bahiense decidió tomarse su profesión desde hace algunos años.
"Hoy el básquet queda en un segundo plano. En 2010 llegaron los mellizos y en 2014 llegó Luqui. Ahora el deporte ya es un accesorio. Lo hago porque me gusta, lo hago bien y todavía lo disfruto, pero no es mi prioridad en lo absoluto", contó Ginóbili en una entrevista con el diario La Nación.
"No sé si es mi último año. Lo vengo diciendo desde 2013 así que yo voy, juego y trato de hacer lo mejor que puedo. Después si decidimos que se puede seguir, que estoy bien tomando esa decisión y no es una carga, sigo. En caso contrato cuelgo las zapatillas y a otra cosa", señaló sobre la decisión de seguir jugando al básquet en la NBA o ponerle final a una carrera de más de 20 años.
Ginóbili contó cómo fue el proceso para cambiar su manera de encarar su profesión para no quedar atrapado en la presión y el exitismo de los resultados.
"A los 36 años me propuse cambiar la mentalidad porque si no aceptaba que no era el mismo de antes tenía que retirarme porque iba a estar sufriendo. La pasé muy mal en 2012-2013, pero en 2014 estaba haciendo ese cambio y se dio que hicimos ese campeonato fantástico que hizo olvidar todo lo demás. Y desde ahí que dije: "Ya hice todo lo que tenía que hacer. Desde ese momento me permití disfrutar del partido y que no todo dependa de un resultado". Quiero jugar y si ayudo al equipo estoy mejor, pero todo me dura una fracción muy pequeña de lo que era antes", explicó sobre ese cambio esencial que hizo para seguir compitiendo desde otra perspectiva.
También contó que no tiene nada planificado para su futuro cuando definitivamente deje de jugar. Manu solo piensa en tener tiempo libre y ver qué le pasa: "Cuando me retire quiero estar tranquilo, no quiero que me digan más lo que tengo que hacer, quiero viajar, quiero aburrirme, quiero no sentir fatiga, quiero dormir bien un mes seguido y saber cómo me siento. Y después si me aburro, genial, busco otra cosa".