Después de un primer tiempo tan intenso como mal jugado, donde los principales protagonistas fueron los errores de Federico Beligoy (no cobró un claro penal a favor de Tigre ni expulsó a Carlos Luna y Maxi Caire), el desarrollo tuvo un cambio rotundo en el complemento.
San Martín mostró lo mejor de su repertorio en los primeros minutos pero chocó con el mismo déficit de todo el torneo: la falta de contundencia. Sólo por eso y por cuatro grandes atajadas de Crivelli el equipo sanjuanino no logró una ventaja que merecía. Con el correr de los minutos Tigre se acomodó en el campo y ya no sufrió tanto.