El 1 de enero un hombre disfrazado de Santa Claus entró a la discoteca Reina de Estambul y disparó a quemarropa, causando al menos 39 muertos y 69 heridos.
La jugadora del seleccionado brasileño tenía planeado celebrar allí Año Nuevo, pero hubo un cambio de planes de último momento que le salvó la vida: "Yo estaba hablando con sus padres (los de su esposo) y dije: 'Creo que no deberíamos ir al club. Tengo un mal presentimiento'".
Horas después de la masacre, Guilherme Pallesi, pareja de Thaisa, contó que una discusión entre ambos había cancelado su plan inicial, aunque no había revelado que la brasileña se había imaginado el sangriento final.
"Es un lugar lleno, un lugar turístico con muchos extranjeros y el cambio de año es un plato perfecto para el terrorismo. No quiero ir", sentenció la bicampeona olímpica (2008 y 2012), quien estaba en lo cierto, ya que el ataque fue adjudicado por el Estado Islámico.
"Era como si estuviese viendo dentro del tiroteo. Sólo tenía una imagen muy oscura y fría. Una visión distorsionada y fea que me dio escalofríos", contó Thaisa, con respecto a su presentimiento.
La jugadora de voley vive en Turquía desde la finalización de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, allí viste los colores del Eczacibasi Vitra de Estambul, y a pesar de estos episodios dijo: "Me siento muy segura aquí. Más que en Brasil".