Era un informe más. Quizás, con algún fin publicitario. Pero finalmente se convirtió en un documento escalofriante. Antes de que despegara de esta ciudad el avión de la empresa Lamia que iba a transportar a Chapecoense hasta Colombia, el canal de televisión boliviano Gigavisión se subió a la aeronave y entrevistó al piloto Miguel Angel Quiroga, a la mujer copitolo Sisy Arias -hijo del dueño de la señal de TV- y al entrenador del equipo Caio Júnior.
"Es un satisfacción para nosotros que ellos nos hayan elegido habiendo tantas empresas en Sudamérica", comenzó su intervención el piloto. "Lamia se caracteriza por brindar un servicio de primera para todos sus pasajeros. Somos la única empresa que podemos colocar estos logos identificando a las personas o a los equipo", agregó el comandante, uno de los 71 muertos que dejó la tragedia.
"Lamia, como siempre, transportando a equipos de fútbol. Queremos brindarle el mejor servicio. Es muy importante saber que ellos utilizan una empresa boliviana, siendo un equipo de Brasil", dijo Sisy Arias, otra de las víctimas fatales.
Otra de las voces que aparece es la de uno de los integrantes de la delegación brasileña, que no es identificado en el graf del informe, que tiene otros errores como mencionar la final de la "Copa Libertadores" en vez de la Copa Sudamericana. Su testismonio toma relevancia hoy porque daba su opinión sobre el servicio: "Es un momento importante para Chapeocoense y la compañía, con la que ya trabajamos en el vuelo a Barranquilla, nos atendió muy bien. Ahora, vamos a hacer el nuevo trayecto con ellos. Esperemos que nos traiga suerte como la primera vez y que traigamos un buen resultado a Brasil".