River Plate y Boca Juniors empataron esta tarde sin goles, en discreto superclásico que insinuó más de lo que finalmente concretó, válido por la sexta fecha, Interzonal, del campeonato de Primera División.
Con este resultado, los equipos que presentan hasta el momento campañas gemelas (8 puntos en 6 presentaciones) parecen quedar lejos de los puestos de vanguardia; River quedó a cinco de Rosario Central que todavía adeuda su encuentro con Banfield por el grupo I, mientras que Boca se sitúa a ocho del líder Lanús, en la zona 2.
El dominador territorial y estratégico de la primera parte del encuentro fue River, a partir de un interesante vértigo por las bandas. La defensa de Boca hizo agua por los laterales y los de Gallardo coquetearon con la ventaja en cada avance.
La más clara del periodo inicial la tuvo Mercado, que se lo perdió solo en el área chica tras un tiro libre. Poco después, Mora tomó un centro y le dio al palo. En tanto, Boca recién pudo sacudirse la modorra a falta de cinco minutos para el descenso, con un par de remates de Tevez y Palacios que Barovero desactivó con certeza.
En el amanecer del complemento, una falla de Silva le entregó una gran oportunidad a Driussi, pero el juvenil delantero definió muy mal y le perdonó la vida a Orion. Los errores del visitante en el manejo de la pelota se potenciaron minuto a minuto, mientras que River mantuvo su receta de presión asfixiante con Domingo como abanderado y velocidad para avanzar con Driussi como espada.
Si bien bajó la intensidad en comparación al primer tiempo, el Millonario acumuló méritos nuevamente para reclamar un premio. El gran déficit estuvo en la definición. A falta de siete minutos para el cierre, Mora y Alonso derrocharon una situación ideal para rematar a un Boca desconcertado. Así, el gran Superclásico se apagó entre la superioridad con falta de contundencia de River y el desconcierto alarmante de Boca.