Que no esté nombrado entre los seis mejores jugadores del año por World Rugby es llamativo. Sin dudas, Nicolás Sánchez tuvo un nivel superlativo en Los Pumas, vistiendo un camiseta 10 con historia y haciéndose cargo de las patadas a los palos. El tucumano igual tiene premio: quedó como el goleador del Mundial por sus 97 puntos. Es el segundo argentino que se lleva el Botín de Oro, luego de que lo gane Gonzalo Quesada en 1999.
"El equipo genera las oportunidades, los quiebres, tries. Todos los jugadores nos sentimos cómodos con este sistema", soltó Sánchez, que le sacó 15 puntos al Wallaby Bernard Foley y al All Blacks Dan Carter, los apertura que definieron el título. Cachorro sumó 20 penales, 13 conversiones, dos drops y un try. Además de eso, jugó: 25 carreras para ganar la línea de ventaja, 5 offloads, 5 clean breaks, 48 carreras, 121 metros con pelota. Y defendió: 60 tackles; 85% de efectividad. Todo eso con 27 años y, por suerte, mucho futuro en la Selección.