Con los jugadores de Racing y de Godoy Cruz charlando en el final, apenas después de 25 minutos de fútbol. Porque ya se sabía desde el principio que podía haber líos y así fue. Lo ganaba la Acadé 1-0 con el gol de Milito, de penal. En un penal dudoso, por una falta a Gastón Díaz que Delfino decidió cobrar. Iban sólo dos minutos y el símbolo de Avellaneda no falló desde los 12 pasos.
Con esa ventaja, necesaria para seguir de cerca a los de arriba, Racing empezó rápido a jugar su partido: se paró de contra frente a un rival, golpeado con Heinze como entrenador, con su gente disconforme. Y Godoy no supo qué hacer, no tuvo llegadas claras contra un Racing cómodo. Hasta que comenzaron los piedrazos y uno cayó cerca de Cerro. Y la expedición de Racing por Cuyo se terminó antes de lo pensado. Partido suspendido, con un gol de ventaja que vale oro.