El entrenamiento de Los Pumas en Sidney transcurría normalmente hasta que una lesión lo alteró. En el piso quedó Juan Figallo, quien está de regreso en el plantel luego de dos años por culpa de una severa lesión cervical que, sobre todo para un primera línea que está todo el tiempo valiéndose de esa zona por el scrum, es muy complicada. Aunque esta vez no fue el cuello, sino el ligamento interno de la rodilla izquierda el que se lastimó.
El parte del doctor Guillermo Botto desde Australia simplemente mencionó que hubo una lesión en la zona y que los médicos del club Saracens, al que pertenece el siempre simpático salteño, lo evaluarán en los próximos días. El Chipi abandonaría hoy Sidney para comenzar el tratamiento, que comenzó con la inmovilización de la zona afectada.
El Huevo Hourcade esperará que los médicos le avisen si a Figallo hay que operarlo o, mediante algún tratamiento, la rodilla aguanta. Si es quirúrgico, automáticamente se pierde el Mundial en el que Los Pumas debutarán frente a los All Blacks el 20 de septiembre, en el estadio de Wembley. No ayuda que es una lesión con antecedentes en el forward.
"Y eso que todavía no empezamos a jugar en serio", se lamentaban desde el búnker del plantel. Claro, porque antes de viajar el que se lesionó feo fue Manuel Montero, wing clave en la estructura del ataque del seleccionado, que se rompió los ligamentos y meniscos de la rodilla derecha y se quedó son la Copa.