Si la idea de Diego Simeone era que el Atlético Madrid aspirara a los penales defendiendo el 0 a 0 en la ida, su planteo fue casi perfecto. Mezquino, demasiado conservador, le dejó la pelota al Real Madrid y no pateó al arco en los 90. Claro está que su rival juega, y es de los que mejor lo hacen en el mundo. Y si bien no contaba con varias de sus máximas figuras, no se cansó de ir y en la última tuvo su premio: con el gol de Javier Hernández a dos minutos del final, ganó 1 a 0 y avanzó así a las semifinales de la Champions, donde defiende el título.
Ir al Bernabéu a defenderse no es la mejor idea para ningún equipo que tenga grandes aspiraciones. Y menos si en el partido de ida el resultado fue un 0 a 0, que si bien parecía sentarle mejor al Aleti, no garantizaba nada. Las ausencias de Benzema, Bale, Marcelo y Modric no influyeron demasiado en el planteo del Merengue, que fiel a su estilo, se dedicó a buscar siempre el arco rival.
En el segundo tiempo se vio lo mejor del elenco de Ancelotti, que tuvo en los pies de Chicharito las mejores oportunidades, aunque la puntería no lo acompañó. El partido entró en un terreno friccionado y comenzaron los primeros roces y protestas de ambos lados. Exageraciones y gente en el piso acusando golpes del rival por doquier. Y así llegó la expulsión de Arda Turán, que tras un planchazo sobre Sergio Ramos, vio la segunda amarilla y dejó al Colchonero con uno menos.
Si hasta ahí el equipo del Cholo no había atacado, a partir de allí fue peor aún. Y cuando parecía que el objetivo de llegar al alargue se hacía realidad, Cristiano Ronaldo y James Rodríguez se juntaron y tras una linda jugada habilitaron a Chicharito, que esta vez no perdonó y le dio la victoria al Madrid. Ganó el único que quiso ganar, el único que desde el minuto uno pensó en el arco rival y, al final de los 90, tuvo su premio.