La imagen de los minutos finales con el Real Madrid acorralado y el Atlético, con la escasa artillería ofensiva que tenía en cancha, imponiéndose, deja la sensación de que el equipo de Diego Pablo Simeone pecó de temeroso en el 'Vicente Calderón'. Aunque la historia del Cholo con el Colchonero es la de esperar y golpear en el momento oportuno, sin derrochar jugadas de ataque, y eso siempre le dio muchísimo resultado por lo que suena imposible de criticar.
El 0 a 0 de la Ida por los Cuartos de Final de la Champions League tuvo un ganador claro en el ámbito moral y fue el Merengue, amplio dueño del trámite de juego. Aunque tuvo otro vencedor que fue el arquero Jan Oblak, quien ahogó todos los gritos posibles en su valla. Los de Ancelotti tuvieron todas las oportunidades para ponerse al frente en el marcador, pero el arquero del dueño de casa fue quien se encargó de nublar todos los sueños.
Los de Simeone, fieles a su estilo, esperaron agazapados algún hueco que recién llegó en los tiempos finales del partido y durante algún que otro minuto del partido. Si bien hicieron poco y merecieron irse con, al menos, un tanto en contra, su entrega y disciplina para cumplir las ordenes del DT argentino fueron fundamentales para lograr mantener la llave viva.
Cristiano Ronaldo, que tiene 75 goles en la historia de la competencia al igual que Lionel Messi, no tuvo el espacio para sacar a relucir toda su velocidad y potencia de remate. Gareth Bale fue el que más inquieto con sus disparos, pero, al igual que todos, se topó con el portero esloveno. El "Merengue" extrañó mucho el nivel de Koke, quien se mostró errático.
El empate, más allá de la localía, deja contento al Cholo Simeone, que ahora deberá ir al 'Santiago Bernabéu' el próximo miércoles buscando el pasaje a la Semifinal con la ventaja de anotar un gol y obligar al Merengue a ganar sí o sí. Además, tras aquella final que significó la décima 'orejona' del Real, el "Aleti" no volvió a caer en del derby: se impuso en 4 y empató en 3.