Si bien todavía tiene chances de avanzar a los Octavos de Final de la Copa Libertadores, San José de Oruro aparece como el escollo que tratará de frenar las aspiraciones de clasificación de River el miércoles por la noche en el Monumental, en el marco de la sexta jornada del Grupo 6. Sin embargo, el presente del conjunto boliviano es por demás complicado, a raíz del conflicto público entre los jugadores y el entrenador con la Comisión Directiva de la institución.
Néstor Clausen, conductor del conjunto que venció 2-0 al "Millonario" en la altura, dio un ultimátum y manifestó su reclamo: "Pedí que le pagaran a los jugadores y que hicieran una conferencia de prensa para que reconozcan que se equivocaron. Pasaron muchas cosas que influyeron en mi trabajo. Si no lo hacen antes de las 17, no me pienso subir al micro", abrió la puerta para renunciar esta misma tarde a su cargo.
"No voy a permitir que hagan siempre lo que quieran. Al plantel le deben 2 meses de sueldo, pero también hay muchos premios y primas acumulados. Lo que pasa es que finaliza el torneo y se van estos dirigentes, entonces presionan porque sino después sería todo más difícil", añadió el histórico jugador de Independiente y la Selección Nacional, con el título del mundo en México 1986.
San José ostenta un registro de 4 unidades en el certamen internacional como el elenco de Núñez, pero los problemas también aparecieron en el ámbito doméstico. "Cuando no ganamos, hay que aguantar a la gente... El sábado llegaron sin almorzar varios jugadores porque los tuvieron esperando para cobrar hasta el mediodía, pero luego los hinchas me insultan a mí", relató el insólito episodio ocurrido el fin de semana en el compromiso frente a Blooming, que finalmente terminó igualado 2 a 2.