La irregularidad pasó a mejor vida en el momento preciso. Aquel Olympique Marsella dubitativo, que dejó escapar varios partidos sobre la chicharra, es una página más de un libro de historia. Los del Loco Bielsa volvieron a ser certeros e implacables, para ponerle picante al cierre de la Ligue 1. Al parecer, aquella charla del entrenador argentino con los suyos a corazón abierto, tocó la sed de victoria de su plantel.
La goleada 6 a 1 sobre Toulouse puso las luces altas del tanque de Marcelo y el empate con Lyon, injusto por cierto, le dio continuidad al buen momento que se coronó hoy con una certera goleada ante el Lens del argentino Pablo Chavarría. Los del Loco tuvieron 45 minutos a fuego lento y otra tanda con el carbón bien encendido y la parrilla al filo de los ladrillos para anotar cuatro goles en un tiempo y cerrar el duelo con un prodigioso 4 a 0.
La clave estaba en el banco de suplentes. Apenas iniciada la segunda etapa, Bielsa sacó a su goleador André-Pierre Gignac y mandó a la cancha al belga Michy Batshuayi que le pagó con creces la confianza: la primera que tocó, con misterio, la mandó a guardar. Romao, aprovechando un rebote en el palo tras un tiro libre, y André Ayew se encargaron de darle marco de goleada, que terminó certificando en tiempo de descuento el mismo Batshuayi. No festejó solo el Loco, ya que también estuvo un rato en cancha Lucas Ocampos, quien ingresó sobre el final.
Teniendo en cuenta que aún restan 8 fechas para finalizar la Ligue 1 y que la próxima Marsella recibirá en el Stade Vélodrome al líder PSG de Ezequiel Lavezzi y Javier Pastore, este triunfo asienta al Olympique en la tercera colocación a uno del escolta Lyon y a dos de los parisinos.