Se supone que en el fútbol mandan los resultados positivos. El que gana, es el mejor. Esa afirmación está dentro del libro de filosofía del deporte de Diego Pablo Simeone. El "Cholo" jamás se va conforme cuando su equipo no gana. Aunque quizás esa proclamación haya llegado a su final o tenga un asterisco. Porque no caben dudas que hoy el entrenador argentino se fue contento de Alemania, más allá de la derrota.
En el 'Bay Arena', el Bayer Leverkusen le aplicó a Simeone de su propia medicina: velocidad y precisión en el contraataque para superarlo 1-0 en el duelo de Ida por los Octavos de Final de la Champions League. El equipo alemán no demostró ser de primer nivel, pero sí contó con la inteligencia necesaria para descifrar al rudo conjunto español. Esa misma virtud que carece en las tierras del Barcelona y Real Madrid desde hace un tiempo a esta parte.
Es verdad que el gol del elenco local fue una obra de arte que inició Karim Bellarabi y culminó, tras un taco del anterior, Hakan Calhanoglu con un bombazo letal. Pero la distancia pudo haber sido mayor si los de Roger Schmidt, que tuvo un feroz encontronazo con Simeone y el 'Mono' Burgos, hubieran tenido mayor efectividad a la hora de acertarle al arco de Miguel Moyá.
Más allá de la abultada superioridad que desplegó el Leverkusen en el campo de juego, lo que vale en esta llave de Champions es el marcador final. Y en esa estadística el "Cholo" se va contento para España al haber perdido apenas por un tanto, porque el 17 de marzo en el 'Vicente Calderón' saldrá al campo de juego en la revancha con la serie aún respirando.