"Estoy avergonzado con lo que hicieron los titulares", dijo Gregg Popovich sin perdonar a sus líderes tras la derrota por 23 tantos de diferencia ante los Bulls. No quedó claro si Ginóbili entraba en la crítica, ya que si bien no es de los abridores, su actuación también había sido muy flojita. Pero, pese a la continuidad de partidos en dos noches seguidas, el agotamiento físico y mental no apareció entre los campeones.
Tony Parker (17 puntos y 4 asistencias, en 23 minutos), Tim Duncan (14 y 7 tableros, en 20m) y Manu Ginóbili (15, 6-9 de cancha; 3 rebotes y 2 robos, en 23m), como líder de la segunda unidad, se reivindicaron frente a un rival que llegó muy golpeado por la mala noticia de la confirmada lesión de Kobe Bryant y su segura baja por el resto de la temporada.
Spurs marcó la cancha en el primer cuarto (31-15) y cerró la primera mitad con 18 de ventaja. El el comienzo del segundo cuarto, Manu metió un golazo ante la desconcertada defensa visitante: penetro en diagonal, de derecha a izquierda, y con un medio giro, casi de espalda al aro dejó la bandeja, suave. Un golazo. Kawhi Leonard también fue otro complemento importante, con 15 tantos y 14 rebotes.
Además, Manu cerró con un rebote defensivo y posterior doble el tercer cuarto; y cuando Lakers experimentó una reacción (76-66, a los 38m), el bahiense otra vez se metió entre los defensores y cerró con su zurda mágica un doble para poner paños fríos. San Antonio se escapó 86-68, a los 40m, después de dos bombas del autraliano Patty Mills, que bajaron la persiana.
San Antonio elevó su récord a 28 triunfos y 17 derrotas para mantenerse en el séptimo lugar de la Conferencia del Oeste, en una pelea por ascender que tiene un amontonamiento importante de equipos y deja la región abierta para un final de temporada emocionante.