Era la voz que faltaba. La principal, tal vez. Porque ciertamente, en los últimos días, el foco de atención estuvo centrado en él. Ricardo Centurión, el crack de Racing que recibió una tremenda patada por parte de Leandro Marín en el reciente y veraniego Boca 1 - Racing 4, dialogó con la prensa y, por primera vez, explicó lo que le tocó padecer.
El talentoso volante reveló que, antes de recibir el golpe que finalmente lo sacaría de la cancha, Milito le advirtió sobre lo que podía acontecer ya que, con anterioridad, Erbes y Gago lo habían sacudido bruscamente: "Me dijo que trate de abstraerme de eso; que en un momento de calentura, si yo la pisaba, puede llegar a pasar. Pero no me dio tiempo de nada y recibí el golpe". Y, continuando con la secuencia de la jugada, aseveró que "podría haber sido peor" la consecuencia ya que sentía mucha congoja.
"Cuando lo vi al doctor, le dije que me dolía mucho el gemelo. Llegué a pensar que podía ser mas grave pero, en el vestuario, se confirmó que era todo muscular. Se me formó un hematoma y me quedé con la pierna arriba y con hielo. Después, a lo largo del proceso, pude pisar", explicó Centu.
Pero lejos de mostrar una postura irreconciliable para con el defensor de Boca, el crack de la Academia confesó que, si bien "en el momento tuve mucha calentura", ya dejó en el olvido el mal momento: "Ya pasó, miro para adelante. Mi personalidad no es de reaccionar. Hablé con Marín cuando tuve que hablar porque ya lo conocía de antes y es un pibe bárbaro. No hay ningún rencor".