En Mar del Plata, Boca se descontroló y se puso violento. Tras el gol de Diego Milito, el que dio vuelta el marcador y puso a Racing en ventaja, los jugadores del equipo de Rodolfo Arruabarrena eligieron a Ricardo Centurión como el blanco.
Primero fue Cristian Erbes, a los 24 del primer tiempo, el que le apuntó y acertó. El volante de Boca le quitó un balón sobre la izquierda del ataque de Racing. Lo esperó y le tiró un manotazo a la cara. Patricio Loustau no dudó y le mostró la roja directa.
Enseguida, a los 27, Leandro Marín dejó a Boca con nueve jugadores. Lo del lateral de Boca fue criminal. Centurión paró la pelota de espaldas al arco rival, inclinado sobre la derecha, la banda de Marín que a la carrera embistió contra el jugador de Racing: planchazo terrible sobre la pantorrilla de la pierna izquierda. Centurión no pudo seguir y desde Racing informaron en el entretiempo que sufrió un traumatismo con "escoriaciones producto de los tapones del rival". Marín se fue a las duchas ante los reproches de Sebastián Saja, que cruzó toda la cancha para insultarlo.