Hace unas semanas se produjo un hecho de maltrato animal durante el Carnaval de Gualeguaychú que generó un amplio repudio.
Un integrante de la comparsa Papelitos, del Club Juventud Unida, golpeó a un perro que se interpuso en el paso tras invadir la pista del corsódromo.
Ante lo ocurrido, la Comisión del Carnaval tomó intervención y autorizó a la agrupación Guaba a cuidar de los perros callejeros de la zona del Corsódromo.
Tras la primera experiencia, los proteccionistas contaron que “nos fue muy bien, estamos contentos con el resultado, creemos que el grupo de voluntarios logró lo que fuimos a buscar y aportamos nuestro granito de arena”, señaló Mauro.
Los voluntarios se instalaron en diversos puntos del corsódromo en la tercera noche del Carnaval con el objeto de evitar que los animales callejeros de la zona, llegaran hasta la pista donde circulan los artistas.
“Tuvimos bastante trabajo, fue intenso. Nosotros empezamos a las 9 de la noche y terminamos cerca de las 2 de la mañana”, comentó.
En total alrededor de diez animales fueron retirados y contenidos en los puntos de referencia habilitados.
Sobre la tarea, Mauro comentó que “hicimos un cordón de seguridad a lo largo de la pasarela, queremos evitar el encuentro entre el artista y el animal. Les poníamos una correa, para tratar de alejarlos de los ingresos. La idea era referenciarlos a la zona de atrás de boletería. Es un aporte voluntario. Creemos que fue bueno y necesario”.
En la iniciativa trabajó un grupo de personas con experiencia en el tratamiento de perros de la calle, algunos de ellos son adiestradores, paseadores y rescatistas.
“La idea nuestra es seguir realizando este trabajo, todavía no recibimos la confirmación por parte de la Comisión”, señalaron desde Guaba.
Consultado respecto a la posibilidad de que la agrupación desarrolle la misma función preventiva con los animales durante los corsos Matecito, Mauro señaló el carácter voluntario de la tarea, y adelantó que “excede la capacidad de la agrupación” la tarea de cubrir otro evento.
“Guaba no cobra absolutamente nada de nadie, es un trabajo de activismo, tanto de parte de la organización, como de los voluntarios”, e instó a que desde otras áreas se desarrolle la misma prevención.
“No recibimos una paga ni tenemos subsidios. Nos gustaría que también los animales estén cuidados, pero nos va a exceder en la organización. Creemos que estamos haciendo mucho. En un punto vacío nosotros vinimos a ofrecer una solución para que no se generen conflictos como ya sucedió. Demostramos que con voluntad se puede”, remarcó en diálogo con Radio Máxima.