La cuarta semana del juicio por la muerte de Diego Maradona, que se desarrolla en San Isidro, reveló tensiones entre familiares y nuevas líneas de conflicto sobre los derechos comerciales del astro. Siete integrantes del equipo médico enfrentan cargos por homicidio simple con dolo eventual, una figura que contempla hasta 25 años de prisión. La octava acusada, la enfermera Dahiana Madrid, será juzgada en julio por un jurado popular.
Durante las últimas audiencias, declararon las hermanas del exfutbolista, quienes señalaron a las hijas mayores, Dalma y Giannina, como responsables de la decisión de continuar la recuperación de Maradona en su domicilio, tras una cirugía por un hematoma subdural.
Además, surgió un conflicto paralelo que será tratado en un proceso aparte a partir del 8 de abril: el control y usufructo de la marca Maradona, actualmente en manos de tres de sus hermanas y del abogado Matías Morla, a través de la empresa Sattvica S.A. Las hijas mayores sostienen que este traspaso se realizó aprovechando el estado de vulnerabilidad del exjugador.
Morla ha defendido la cesión alegando que Maradona quiso proteger a sus hermanas, pero su figura es señalada por las hijas como clave en el aislamiento del “Diez” y en su indefensión. En este contexto, también se investiga si hubo omisiones médicas graves, ya que la autopsia sugiere que Maradona agonizó durante horas sin asistencia adecuada.
Mientras se intenta establecer la responsabilidad penal del personal médico, el juicio también está dejando al descubierto disputas familiares de larga data y un entorno dividido, que pudo haber influido en el trágico desenlace del ídolo argentino.
Uno de los puntos más controvertidos es la forma en que se cedió el uso de la marca Maradona. Según consta en el expediente, el traspaso a Sattvica S.A. fue firmado en septiembre de 2022, casi dos años después de su fallecimiento, y sin participación de ninguno de sus hijos. La sociedad fue constituida en 2015 y actualmente está integrada por Morla y las hermanas Claudia Nora y Rita Mabel.
En cuanto a las condiciones de su internación domiciliaria, los informes médicos y peritajes señalan que el lugar no contaba con oxígeno, ni baño químico, ni enfermería permanente. También se detectaron signos de edema generalizado y un cuadro cardíaco previo no atendido. Estas falencias, sumadas al abandono médico y al aislamiento, forman parte del núcleo de la acusación por negligencia grave.
Con el juicio aún en curso y figuras clave del entorno de Maradona —entre ellas sus hijas, sus hermanas y antiguos colaboradores— bajo la lupa de la Justicia, el caso mantiene en vilo a la opinión pública tanto en Argentina como a nivel internacional. El proceso no solo busca establecer responsabilidades penales, sino también esclarecer las condiciones que rodearon el final de una de las leyendas más emblemáticas del fútbol mundial.
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