Escasez de agua, aumento de temperatura y fallas en los sistemas de distribución de energía son algunos de los efectos que prevé el Gobierno en caso de que continúe la tendencia en el cambio climático.
A una semana de la aprobación en el Congreso de la Ley de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático Global, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable envió este miércoles a la Jefatura de Gabinete el Plan Nacional con las acciones estipuladas para hacer frente a la problemática.
En el documento elaborado por el área ambiental se remarcó que durante el período 1960-2010 "en la mayor parte de la Argentina no patagónica, se observó un aumento de la temperatura media de alrededor de 0,5 grados centígrados, llegando a superar 1 grado en algunas zonas de la Patagonia".
<b>"En el centro del país hubo un menor aumento de temperatura e incluso se han observado disminuciones en algunas zonas</b>. La temperatura mínima tuvo mayores aumentos que la temperatura máxima, la cual tuvo disminuciones generalizadas en el centro del país. Además, opuesto a lo que sucedió en el resto del país, la temperatura máxima en la Patagonia tuvo un aumento mayor o similar a la mínima", precisó el texto.
Asimismo, la Secretaría conducida por Sergio Bergman indicó que <b>en el este y norte del país hubo "menos heladas y olas de calor más frecuentes"</b>, así como también que "en las regiones próximas a la ciudad de Buenos Aires, los días del año con olas de calor se duplicaron entre 1960 y 2010".
Al hacer una proyección de cómo será el panorama en caso de continuar esta tendencia, se advirtió que <b>"se espera un aumento en la temperatura media anual en todo el país durante este siglo"</b>.
"En el mediano plazo (hasta 2039) la tasa de calentamiento sería más acelerada que la observada en las últimas décadas, con aumentos proyectados entre 0,5 y 1 grados centígrados. Hacia fin de siglo, las proyecciones indican un aumento de temperatura, destacándose el caso del noroeste argentino, con un aumento de más de 3 grados centígrados", añadió.
Entre las razones que explican por qué <b>el NOA sería "la región de máximo calentamiento"</b> se encuentran que es una zona que "no sólo está muy alejada del mar, sino que sus características continentales están agudizadas por estar encerrada entre las sierras pampeanas desde Salta hasta San Luis por el este, por los Andes al oeste y por la Puna al norte, lo que aumenta su aislamiento de las masas de aire provenientes del mar en cuyo caso el calentamiento sería menor".
El <b>"cambio en las condiciones térmicas extremas podría afectar sensiblemente la demanda de potencia de electricidad y gas natural, ocasionando severos problemas a la red de distribución en centros urbanos densamente poblados"</b>, planteó el informe, en el que se pone como ejemplo las fallas en el sistema de distribución de energía eléctrica durante los días de verano.
Otro de los efectos sería la <b>afectación en la disponibilidad de agua tanto para consumo como para riego en actividad agrícologanaderas en Cuyo</b>, en caso de que continúe la tendencia a la baja en las precipitaciones en las altas cuencas de algunos ríos del norte de Mendoza y San Juan.
<b>"En el oeste y más notoriamente en el norte, los períodos secos de invierno se han hecho más largos</b>. En estas regiones, la precipitación en el invierno es escasa o nula y por lo tanto el aumento de la racha máxima de días secos indica un cambio hacia una prolongación del período seco invernal. Esto ha generado problemas en la disponibilidad de agua para algunas poblaciones y para la actividad ganadera, y crea condiciones más favorables para incendios de pastizales y bosques", prevé el Gobierno.