El ministro de Salud de la Nación, Mario Russo, convocó a los titulares de las carteras sanitarias de las 23 provincias y de la Ciudad de Buenos Aires en el marco del Consejo Federal de Salud (COFESA) para evaluar los avances del Plan Estratégico de Prevención y Control de Dengue 2024-2025.
En la reunión, se discutió el enfoque para combatir el dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Se acordó que la eliminación de criaderos del vector en viviendas y peridomicilios es esencial y se subrayó la importancia de la consulta temprana al presentar síntomas.
Asimismo, se abordó la campaña comunicacional y se clarificó que la vacunación no es la principal estrategia preventiva para el dengue. Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comisión Nacional de Inmunizaciones, se acordó implementar estrategias de vacunación focalizadas en poblaciones específicas, de manera dinámica y escalonada, en función de la disponibilidad de vacunas y la situación epidemiológica.
El Plan Estratégico de Prevención y Control de Dengue 2024-2025, impulsado por el Gobierno, se desarrolla en cuatro fases: preparación, alerta temprana, respuesta a epidemia y recuperación.
El secretario de Calidad de la Salud, Leonardo Busso, indicó que "varias provincias ya tienen elaborado su plan de prevención" y agregó que actualmente nos encontramos en la fase de preparación. "Ahora, lo más importante son los desafíos a nivel local: las acciones de control vectorial y prevención."
Busso también anunció que este miércoles comenzará la distribución de 160.000 dosis adquiridas por la Nación. Las dosis llegarán entre el 18 y el 20 de septiembre a 48 departamentos priorizados en 11 provincias, seleccionados en base a la mayor incidencia de casos y criterios de riesgo.
El objetivo es vacunar en septiembre con primeras dosis y completar los esquemas en diciembre. Además, Busso destacó que el registro de aplicación de estas vacunas, incluyendo las adquiridas por las provincias y las administradas por el sector privado, es crucial para los estudios de impacto, efectividad y seguridad de las vacunas en la fase IV.