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Video: Otro bar de Buenos Aires sufrió un ataque piraña

El ataque piraña ocurrió en un bar de San Telmo. En apenas un minuto, cuatro delincuentes armados les robaron a los clientes y se llevaron la recaudación. El robo quedó filmado.

29 de Abril de 2024

En apenas un minuto, cuatro ladrones armados entraron al bar "Saeta" de San Telmo el domingo a la 1 de la madrugada y le robaron a todos los clientes que había en ese momento y se llevaron la recaudación del lugar. Ahora se conoció el video que registró una cámara de seguridad del local en el que se ve que los ladrones entraron en dos tandas y decididos a llevarse todo lo que veían a su alcance.

 

Los asaltantes actuaron bajo la misma modalidad de robo piraña que en el asalto a la pizzería "Jaimito" de Boedo, el miércoles a la noche.

 

El "Saeta" había reabierto hace apenas dos meses después de estar cerrado durante más de dos décadas.

 

Después de un accidente trágico ocurrido en las instalaciones del sótano en 2001 –y que concluyó con la muerte de un repositor– el histórico bar Saeta bajó sus persianas. Un año antes de la pandemia, Lucas Pérez, un emprendedor del sector gastronómico, eligió esa esquina de Chile y Perú para invertir en un nuevo proyecto. Tras una reforma considerable y el asesoramiento de vecinos, el icónico bar volvió este año bajo su nombre original, con la intención de rescatar el espíritu y la historia de ese lugar.

 

 

Eso ocurrió en marzo y tan solo dos meses después, empleados y comensales sufrieron un robo relámpago a mano armada sobre el horario del cierre, a la 1 de la madrugada del domingo. Al momento del hecho había tres meseros, el encargado y cuatro clientes mujeres en una de las mesas del fondo.

 

“Frenó un auto negro sobre Perú, se bajaron cuatro personas y le robaron el celular al mesero que estaba levantando las cosas afuera. Entraron los cuatro por la puerta principal, dos se movieron hacia la mesa de las cuatro chicas que estaban siendo atendidas, otros dos se movieron hacia la zona de la barra, en donde estábamos otro mesero y yo. Fue un manoteo de cosas, algo de un minuto”, introduce a Clarín el encargado de este histórico bar.

 

Este empleado explica los pormenores del robo: si bien eran cuatro los ladrones que ingresaron, uno más quedó en el auto, esperando para escapar con lo robado.

 

“Yo lo que vi es que había armas, no sé si todos estaban armados, pero uno de los dos que fue hacia las clientas seguro que tenía un arma porque escuché el sonido de una (N. de R.: tiró de la corredera) cuando una de las chicas no quiso entregar su cartera. A mi compañero de la barra le apuntaron con otra, y le sacaron la mochila y el celular. Levanté las manos apenas entraron, pensé en la caja, en que iban a pedirme la plata y yo sabía que en la caja no estaba. Una vez que agarraron algunas cosas y la propina, fueron para la puerta pero volvieron. Me pidieron la mochila y ahí estaba la recaudación para pagar a los proveedores, se las tuve que dar”, detalla.

 

El encargado remarca que este caso refleja “la modalidad de ahora”, por sus similitudes con el de la pizzería "Jaimito" de Boedo, ubicada en México al 3400. Por ese caso hay un detenido de 17 años que integraría una banda que roba autos en el sur del Conurbano y después los usa para cometer otros delitos en la Ciudad.

 

“Lo que me llamó la atención es que nunca gritaron, me extrañó, solo repetían "dame todo". Tampoco ninguno de nosotros reconoció sus caras, estaban tapadas, no sé si con cuellos o algo, pero no los vi, no tuve tiempo. Lo que sí recuerdo es que parecían jóvenes, eran jóvenes”, agrega.

 

Luego del hecho, los empleados llamaron a la policía y al dueño del local, Lucas Pérez. Unos oficiales les tomaron declaración cerca de las 2 de la mañana, y se radicó la denuncia en la comisaría. Todavía no pudieron acceder al video de las cámaras de seguridad.

 

“Hace solo dos meses que abrimos, esta es la primera vez que nos roban. Yo compré este bar en 2019, pasó la pandemia y recién después pude empezar a reacondicionarlo. Todo: habilitación, medidor de gas, cosas que llevan un montón de tiempo. La Legislatura Porteña está analizando calificarlo como lugar de interés cultural. Hace 20 años que tengo negocios, y me pasó millones de veces esto. En locales abiertos, en locales cerrados, de todas las maneras. Acá estamos, qué le vamos a hacer”, expresa Lucas.

 

“Lo que sé es que los delincuentes estaban en un auto que ya habían robado previamente, con ese auto vinieron para acá. El encargado había separado unos $ 300.000 para pagarle a proveedores el día martes, esa plata se llevaron”, añade.

 

Para Pérez, el Saeta es más que una gran apuesta gastronómica, es también una inversión en la cultura y la historia, ya que este bar tiene una vida anterior que comienza en 1865, con el nombre de “La Estrella”. En 1962, el lugar seguía existiendo en la misma ubicación, pero ya bajo el nombre de Saeta.

 

En 2001, se produjo una explosión por una pérdida de gas que se llevó la vida de un repositor de Coca Cola. Luego de la tragedia, las persianas del local se cerraron por años. Lucas encontró este espacio abandonado y decidió traerlo nuevamente a la vida, en contra de todo pronóstico.

 

A medida que los permisos de la pandemia se abrían, el equipo avanzaba con la limpieza. Con el asesoramiento de los vecinos de San Telmo –que lo instruyeron sobre la historia del Saeta– este proyecto pasó de ser una pizzería planteada desde cero a la hazaña de reconstruir un bar con más de seis décadas de historia.

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