Lo que encontró la Policía generó espanto. Los oficiales acudieron al lugar tras el llamado anónimo de un vecino que advirtió por olores nauseabundos. Alertada por la situación, la mujer se negó a abrir la puerta en una primera instancia.
Cuando los efectivos ingresaron a una casa en barrio Argüello Norte, de la ciudad de Córdoba, hallaron dos cadáveres encintados en las habitaciones.
El horrendo hallazgo se produjo cerca de las 10.30 cuando una persona, de forma anónima, llamó a una fiscalía sobre una situación extraña en una vivienda ubicada en Claudio Wieland 7000.
Al llegar, los policías tocaron la puerta. Los atendió una mujer mayor que les dijo que no podía abrirles. Le respondieron que si no abría, entrarían de todas formas por la fuerza.
El panorama era lúgubre y pavoroso: en una de las habitaciones yacía el cadáver de un hombre de unos 70 años, mientras que, en una segunda pieza, hallaron el cuerpo de una mujer de unos 71. El lugar estaba absolutamente sumido en una dejadez ostensible.
“Tenían la boca encintada, para que no largaran olor. De acuerdo con los dichos de la mujer, serían sus hermanos y el hombre llevaría muerto entre cuatro y cinco meses. Y la hermana, unos 10 días”, indicó una fuente a La Voz.
Al parecer, la mujer y los fallecidos habrían tramado un “pacto entre hermanos” para morir en esa casa y la moradora sería la última en “cumplirlo”.
Un caso anterior
El caso de Argüello evoca, rápidamente, a otro horrendo descubrimiento. En abril, la Policía encontró los cuerpos de dos hermanos en su casa de Alta Gracia.
Fuentes judiciales habían indicado por entonces que de los primeros análisis no habían surgido signos de violencia en los cuerpos.
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