Continúa el operativo para encontrar a Luis Fernando Irribarren, más conocido como el carnicero de San Andrés de Giles, a una semana de haberse dado a la fuga luego de presuntamente, haber asistido a una clase de Derecho en la Universidad de La Plata.
Irribarren fue condenado a prisión perpetua en 2002 por haber asesinado en 1986 a sus padres y a sus dos hermanos, así como también por el crimen de su tía en 1995.
El miércoles el acusado fue autorizado a salir de la Unidad 26 de Olmos para estudiar, pero por la noche, cuando ya debía estar alojado en su celda, los agentes de seguridad constataron que Irribarren no había regresado.
En estos momentos es el condenado más buscado por la Policía bonaerense ante la peligrosidad que genera para la sociedad. Conforme a esto último, su ex mujer y sus hijos mellizos tienen guardia las 24 horas del día por amenazas.
Videos
A su vez, mientras avanza la búsqueda, se dieron a conocer algunos de los videos que el condenado publicó en su cuenta personal de TikTok.
En uno de los más replicados, Irribarren les preguntó a sus seguidores: “¿Descuartizar un cuerpo humano es delito en Argentina? Si estaba con vida, sí. Si ya era un cadáver, no”.
Ahora, se busca establecer por qué el Juzgado de Ejecución Penal N° 1 de Mercedes lo benefició con salidas educativas, sin custodia y con el monitoreo de un geolocalizador. Esta manifestación está asociada a que durante años el acusado pidió su excarcelación o el otorgamiento de algún beneficio, pero los juzgados se lo denegaron.
Caso
El hombre, oriundo de la ciudad bonaerense de San Andrés de Giles, mató a su tía, enferma de cáncer, en 1995, y tras haber confesado ese crimen, al sostener que lo hizo “para aliviar su dolor”, dio detalles de otras atrocidades.
En ese sentido, confió que nueve años antes de ese episodio, en 1986, había asesinado a toda su familia: su padre, Luis Iribarren (49 años); su madre, Marta Langgebein (42), y sus hermanos, Marcelo (15) y María Cecilia (9).
Iribarren esparció los restos en un campo que tenía la familia en la localidad de Tuyutí, en las inmediaciones de San Andrés de Giles, aunque varios años después confesó lo sucedido. Durante su declaración sostuvo que los asesinó por “bronca” y que a las personas que le preguntaban por su familia les decía que se habían ido a Paraguay porque le debían plata a un prestamista.