Para la Justicia, los rugbiers que mataron a la salida de un boliche de Villa Gesell a Fernando Báez Sosa lo atacaron con premeditación, lo golpearon por la espalda y cuando estaba indefenso en el piso, actuaron sobre seguro y con alevosía, según publica el diario <i>La Nación</i>.
La pelea empezó dentro del local bailable por un incidente menor. Según los investigadores, tras ser expulsados, los rugbiers fueron a buscarlo adrede para golpearlo.
Aunque hay once jugadores del club Arsenal Náutico de Zárate presos, se sospecha que cinco de ellos le pegaron a Fernando y el resto tuvieron una participación secundaria.
La hipótesis de que hubo cinco agresores se fundó en que cuatro de los once detenidos tienen marcas en los nudillos. Se trataría de lesiones compatibles con la aplicación de golpes de puño. Sobre el quinto golpeador, la sospecha surgió de los restos de sangre encontrados en una zapatilla negra secuestrada en la casa de la calle 203 donde fueron apresados los imputados. El hallazgo de esta prueba confirmaría los indicios que obtuvieron los investigadores sobre que a Fernando le pegaron una patada en la cabeza mientras estaba indefenso en el piso.
Según fuentes de la investigación, el episodio que terminó con el homicidio del joven estudiante de Derecho había comenzado dentro del local Le Brique cuando uno de los amigos de Fernando volcó vino sobre uno de los rugbiers. Habían pasado pocos minutos de las 4.30 del sábado cuando el personal de seguridad del boliche expulsó a los rugbiers y a los amigos de la víctima.
A partir de la reconstrucción del homicidio, la Justicia determinó que el grupo de rugbiers fue a buscar a Báez Sosa para pegarle. Este elemento fundaría la presunción de que existió premeditación por parte de los agresores y que no se trató de un asesinato en riña.
Anoche, en la Unidad Funcional de Investigaciones de Villa Gesell, a cargo de la fiscal Verónica Zamboni, comenzaban a ser indagados los once imputados por su presunta responsabilidad en homicidio agravado por el "concurso premeditado de dos o más personas y alevosía". Luego de las indagatorias, la fiscalía pedirá que todos los acusados sigan presos.
La decisión de la representante del Ministerio Público de ordenar que los once acusados sigan detenidos se fundó en el hecho de que luego de las indagatorias se dispuso la realización de una rueda de reconocimiento de detenidos para que los testigos identifiquen a los agresores.
Tras analizar una serie de pruebas, entre las que figuran las declaraciones testimoniales que los investigadores policiales les tomaron a los amigos de la víctima y a las personas que estaban en el paseo 103 en el momento del hecho, se habría determinado que Fernando fue agredido por la espalda, de forma premeditada, por varios atacantes y con alevosía.
Luego de las ruedas de reconocimiento, los investigadores empezarán a establecer los niveles de responsabilidad de cada uno de los acusados y a determinar quiénes pegaron y fueron coautores del asesinato y quiénes tuvieron una participación secundaria en el sangriento ataque.
Si bien en esta etapa del proceso judicial la calificación del hecho es provisoria, la ley establece una pena de hasta prisión perpetua para los imputados, en caso de que sean considerados culpables en un eventual juicio oral.
Según fuentes de la investigación, pasaron diez minutos entre el momento en el que los acusados fueron echados del boliche Le Brique y el comienzo de la agresión contra la víctima. Los informantes agregaron que Fernando y sus amigos fueron los primeros a los que el personal de seguridad del local bailable expulsó. Cuando llegaron a la calle, Fernando y cinco amigos se fueron a tomar un helado.
"Para Fernando y sus amigos, ya había terminado todo. Ellos tomaban un helado cuando llegaron los agresores y comenzaron a pegarles. En ningún momento Fernando intentó pelear. Su actitud fue siempre la de separar y no pegar. Los agresores fueron a buscarlo para pegarle. Había una situación de indefensión porque los atacantes superaban en número a Fernando y sus amigos", explicó uno de los investigadores.
Luego del homicidio, los policías revisaron casa por casa las viviendas de la zona norte de Villa Gesell. Anteayer, minutos después de las 10, los efectivos llegaron a la última casa de la calle 203 y fueron atendidos por un joven que tenía el cabello atado, de aspecto similar al de uno de los sospechosos. Al revisar la vivienda, los policías hallaron prendas de vestir con restos hemáticos, que los imputados guardaban en la propiedad.
En ese momento, los investigadores policiales también establecieron que faltaba uno de los once jugadores del club Arsenal Náutico de Zárate que habría participado del ataque contra Fernando. Los policías obtuvieron el dato de la marca, el color y la patente del automóvil en el que huyó. Con esa información, los efectivos de la policía bonaerense alertaron a los destacamentos instalados en los peajes. Con el dato de que el automóvil en el que el sospechoso habría huido pertenecía a un hombre radicado en Zárate, los policías avisaron a los efectivos de la Dirección de Investigaciones de esa ciudad que detuvieron al imputado a pocos metros de su casa.
Según fuentes de la investigación, los once acusados habrían sido identificados como Máximo Thomsen, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Alejo Milanesi, Enzo Comelli, Juan Pedro Guarino, Ciro Pertossi, Blas Sinalli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz y Pablo Ventura.
Con respecto al último acusado, el que habría escapado y fue capturado en Zárate, su padre, José María, dijo que era inocente porque no había estado en Villa Gesell. "[El viernes] Fuimos a comer con mi señora y Pablo a un restaurante de Zárate que se llama La Querencia. Nos fuimos de ahí cerca de las 23, luego Pablo salió con amigos y regresó a las 4. Al otro día a las 17 la policía lo detuvo. No sabíamos por qué, pero nos pusimos a disposición de la Justicia", expresó Ventura en la puerta de la comisaría de la ciudad balnearia.
Sin embargo, fuentes de la investigación indicaron que en los celulares de los otros sospechosos habrían encontrado fotos del acusado con el resto de los imputados la noche del viernes, horas antes del homicidio de Fernando.
Con estos elementos, deberá determinar si el acusado estuvo en Zárate o en Villa Gesell en el momento del asesinato.