REDACCIÓN ELONCE
Con el inicio del 2025, cada persona se propone nuevos desafíos para encarar la vida. Uno de ellos es incluir cosas positivas en la vida y, a su vez, alejar las energías negativas. Una forma de llevar adelante este tipo de trabajos es un ritual de Año Nuevo.
Nadia Freyre, taróloga evolutiva, dialogó con Elonce sobre qué tipos de rituales se realizan para recibir un nuevo año: “Es súper simple y lo puede hacer cualquiera. No importa la religión o espiritualidad que practique para cerrar este ciclo que se cierra con este año y comenzar uno nuevo. Entonces vamos a hacer ese cambio de ciclo que cambia el número, la energía y todo. Hay que acompañar energéticamente y con la conciencia desde la intención ese cambio de ciclo, de pasar de una cosa a la otra”.
Sobre los métodos, relató: “Es súper simple. Con una velita blanca que uno puede tener en su casa y depende lo que uno quiera pedir y demás puede utilizar semillas, monedas para la abundancia. Tengo una rosita para trabajar el amor propio, de pareja, la dulzura y la armonía. Se puede pedir sanación, oportunidades laborales, la concreción de algún deseo específico que tengamos para el año, por ejemplo un auto, un auto, un viaje o un propósito espiritual X. Depende de lo que cada uno pueda pedir”.
También se trabaja con un incienso de limpieza para elevar el pedido y purificar el ambiente de trabajo: “Hay que buscar lo que uno sienta. Trabajo con la diosa Isis como madre divina, pero también se le puede llamar Virgen María, Diosa, Dios, Universo o Gran Espíritu”.
El paso a paso del ritual de Año Nuevo
En primer lugar, se utiliza una vela blanca o de cualquier otro color. El ser humano cuenta con dos chacras en nuestras manos, con lo cual lo que vamos hacer es intencionar. Juntamos los dos opuestos (las dos manos) e intencionamos.
En el caso de un propósito propio, se intenciona con la energía de uno mismo. Se debe decir el nombre propio y se pone la energía personal. A partir de ese momento, la vela deja de ser común y es alquimizada.
Posteriormente, se realiza el encendido de la vela y se escribe en un papelito blanco con tinta negra o con lápiz lo que quiero eliminar de la vida, ya sean relaciones, cosas, pensamientos, emociones o vínculos. Ese será quemado pidiéndole al fuego que transmute y elimine eso negativo que uno ya no elige.
También está presente un vaso con agua para purificar el ambiente y absorber las energías negativas que puede haber. Se puede acompañar el ritual también con agua de rosa para rociar la vela.
Por último, en otro papelito se escribirá el nombre de uno mismo junto con el propósito para el nuevo año que comienza. En este caso, el papel irá debajo de la velita. Tras ello, se abre el portal hacia el nuevo ciclo que inicia.