Tamara Fontana, la enfermera heroína que tuvo un rol crucial en la evacuación de pacientes durante el incendio en el hospital San Roque, agradeció de corazón a todos quienes estuvieron el domingo para las tareas de socorro. La trabajadora de Salud permanece internada en el hospital San Martín y, en diálogo con Elonce, reveló que se encuentra “muy bien atendida por sus colegas y compañeros”. “Todo es excelente y es increíble el amor y la atención que me dan”, ponderó.
“Fui intubada desde el domingo al lunes; con mi evolución, me tuvieron con oxígeno por un par de horas y evaluando constantemente hasta retirar los dispositivos. Al siguiente pasé a sala, en el tercer piso, donde la atención es excelente”, contó y anticipó que, la semana próxima, habrá una interconsulta para determinar o no su alta médica. “Estoy ansiosa porque extraño a mi familia, a mis hijos”, reveló.
Consultada a Tamara qué recuerda sobre el incendio al hospital San Roque, repasó que, ese domingo, había tomado la guardia con su compañera en la sala de Oncohematología. “Una mamá se acercó a decirnos que había olor a humo, vimos fuego por la ventana y supimos que era en la sala 4. Sacamos nuestros pacientes porque nos dijeron que los llevemos a Terapia, pero debido a que el humo iba subiendo, decidimos salir a la calle y entré nuevamente a sacar más pacientes de las otras salas”, rememoró.
“Mis pacientes son como mis hijos”
La enfermera no recuerda todo lo que pasó, pero según confesó a Elonce, “todo lo que hice fue con mucho amor”. “Me dijeron que llevé pacientes en mi auto particular al hospital de La Baxada, pero no lo recuerdo. Había mucho humo negro en las escaleras y esas son imágenes imborrables”, confesó.
Tamara es enfermera suplente y desde hacía un mes prestaba servicio en la sala de Oncohematología. “Recorremos todas las salas y conocemos todos los recovecos para entrar”, refirió.
“Recuerdo haber actuado con mis compañeros, entre médicos, enfermeros y mucamos, porque somos un equipo. Y si bien la más afectada era yo, fuimos un montón de gente desesperada por nuestros chicos”, destacó al remarcar: “Mis pacientes son como mis hijos, los hijos de mi familia; para mí, un paciente en una cama es como si fuera mi hijo o un familiar y esa es la atención que le doy”.
“Lo último que recuerdo es haber estado fuera del hospital y después, en el San Martín, con una persona a la que le di mi teléfono para que llamen a mi hermana”, comentó en comunicación telefónica con Nunca es tarde.
La enfermera es madre de cuatro niños de 15, 11, 8 y 7. “Mi hija Micaela me dijo `tengo una mami famosa´”, contó.
En la oportunidad, Tamara agradeció a los doctores Alejandro Calogero y Guillermo Grieve, todo el equipo de enfermería, representantes sindicales de los gremios ATE y ATSA, al concejal Darío Báez que la visitó en el San Martín.
Finalmente, destacó el accionar de todos sus compañeros del San Roque, los que se presentaron ese día porque estaban de franco, además de voluntarios y vecinos que ayudaron. “Es interminable la lista de agradecimiento para todos”, cerró. (Elonce)