REDACCIÓN ELONCE
La llegada del último Gobierno nacional al poder trajo consigo una serie de medidas económicas que golpeó el bolsillo de los trabajadores. Como resultado, incrementó la pobreza y la indigencia, por lo cual cumplir con los platos de comidas se complicó en los hogares. Sumado a eso, las grandes cadenas de supermercados han sido beneficiadas en estos tiempos. Sin embargo, en Paraná y otras partes del país empezó a tener mayor impacto el crecimiento de las redes de compras de alimentos.
Eduardo Pividori, representante de la Resistencia Alimentaria de Paraná, lleva adelante su trabajo desde hace un año, pero la militancia social la realizan desde hace ya varios años. Fue el encargado de visitar El Ventilador, que se emite por Elonce, sobre el alcance, el mecanismo de trabajo y los beneficios de sumarse a esta red.
Para poner en contexto, explicó que “en el principio de gobierno de Javier Milei, empezamos a sospechar algunas de las cuestiones que se venían. La devaluación brutal, el aumento tremendo de los alimentos, el stockeo que hacían las grandes cadenas. Pero esto lo empezamos como un lugar solidario, de juntarnos gente compañera y amiga. Empezó a circular esta manera de hacer compras comunitarias”.
Sobre cómo se lleva adelante, el invitado comentó: “El grupo de compañeros crearon una red de WhatsApp y, a partir del boca a boca nos empezamos a invitar a intentar la experiencia. Ya en enero empezamos, buscamos precios, conseguimos proveedores y se armó una red de WhatsApp que en ese momento éramos 50 compañeros. Hoy están participando 880 personas. En general son todos de Paraná. Hay un nodo en Oro Verde, donde ellos mismos se fueron organizando para la distribución”.
¿Cuál es el mecanismo de compra?
“Tenemos una página web, donde hacemos una compra mensual promedio. Los productos y las marcas son las mismas porque tenemos esa relación con los proveedores. La gente entra a la página y siempre que anunciamos que habrá una nueva compra, la gente por un sistemita hace los encargos. Tenemos una mesa de coordinación, que somos nueve o diez compañeros, pero a su vez una de administración donde una vez que cerramos los encargues, cada uno de nosotros se encarga del listado donde tiene que informarle vía WhatsApp a aquel comprador lo que ha comprado, el monto y dónde transferir ese dinero”, explicó sobre el mecanismo.
Tras recibir el dinero, resaltan cómo sigue la tarea: “Nosotros al proveedor le decimos necesitamos x kilos de harina, según los encargues previos o los productos que sean. Me gusta resaltar siempre que esto se ha generado una red de confianza. Vos te inscribís, encargás tus alimentos, te llamo y te digo transferí a tal cuenta esta plata. Hoy sabemos que ninguna compra baja de ciertos valores. La gente con toda la confianza deposita ese dinero. Con eso se hace después la compra, tenemos dos o tres nodos de distribución, que los proveedores nos bajan la mercadería y en esos días en los que se anuncia la distribución, la gente va y retira su mercadería”.
Entre otros detalles que brindó a El Ventilador, Pividori resaltó: “Todos los proveedores son de la zona, salvo una yerbatera de Misiones. Tenemos harina de General Ramírez, arroz de la cooperativa arrocera de San Salvador, miel de apicultores locales. Nosotros apuntamos a esto porque justamente a partir de toda esta experiencia es donde empezamos a analizar lo que significa el alimento. Hoy decimos que al alimento no se lo puede tomar parcialmente desde la producción, el consumo, la distribución o la calidad. El tema del alimento hay que tomarlo desde una integralidad absoluta porque las grandes cadenas lo que han hecho es concentrar”. Además, indicó que a través de un reporte que estas grandes cadenas ganaron 1.300% más, a pesar de la baja del consumo.
En caso de querer ofrecer su producto una persona, detalló: “En los días de distribución, organizamos ferias, hay emprendedores que llevan desde panificación hasta combos de pescado. Todo esto es contacto”. El sitio web es www.resistenciaalimentaria.com y “ahí se va enterando las novedades”.
Dar una mano a quien más lo necesita
“Desde julio tuvimos un sueñito y dijimos ‘vamos a demostrar que la gente lo hace solidariamente’, no es solamente por su interés personal. Pusimos en toda compra un margen que la gente solidariamente deposita, además de su compra, un extra más. Con ese monto que recaudamos compramos leches u otros artículos y los donamos a comedores y merenderos”, resaltó al respecto.
Volvió a reafirmar que Resistencia Alimentaria “es una iniciativa colectiva, somos un grupo grande”. De todas formas, aclaró: “Esto no soluciona un problema. Lo que sí hemos percibid a través de la experiencia es que el tema del alimento hay que incluirlo en su integralidad y no se puede avanzar si no hay políticas integrales”.
Pividori también se puso del lado de aquella persona que decide emprender por sí mismo una huerta y busca hacer llegar su cosecha a los hogares. En tal sentido, interrogó: “¿Hay políticas del Estado para favorecer, para potenciar, para impulsar y sostener eso? Ahí es donde se dan todas las contradicciones”.
“Se han desarticulado 111 programas relacionados con la producción, la comercialización y el acceso a la calidad”, destacó sobre un informe de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Yohana Fucks indagó acerca de la transparencia de los precios de los productos a los que accede la gente. Al respecto, el invitado contestó: “Es muy claro lo que vas a comprar y a qué precio. Insistí en la confianza de la gente. La persona, 15 días antes de ir a retirar su alimento, depositaba su plata. Es imposible que haya maniobras de otro tipo”.
Sobre la logística para la entrega, los puestos de distribución están colocados en el Parque Gazzano y otro en la Agrupación Identidad, en calle Tala entre San Juan y Salta.