Los cuerpos de Suyen Lizandra Figueredo Driggs y su pequeña hija, Alexa Rivas Figueredo, llegaron esta madrugada a la localidad holguinera de Gibara, donde se habilitó la Casa de la Cultura Municipal para rendirles tributo, informaron medios estatales cubanos.
Según el diario oficial Juventud Rebelde, una "representación masiva" del municipio de Gibara recibió los restos de las dos víctimas y se espera la inminente llegada del cuerpo de otra víctima, Yunaisi Pelegrino, de 39 años.
Los restos de madre e hija estaban entre los 20 primeros cadáveres identificados el sábado tras el accidente que el viernes le costó la vida a 110 de los 113 ocupantes del vuelo de Cubana de Aviación DMJ-972, que se estrelló minutos después de despegar del aeropuerto de La Habana.
Entre los menores que murieron había tres niños de dos, cuatro y cinco años y una beba de 15 meses.
En Holguín, provincia situada a casi 700 kilómetros de La Habana, vivían 67 de las 110 víctimas fatales del Boeing 737 operado por Cubana de Aviación y propiedad de la aerolínea mexicana Global Air.
De los 110 muertos, 99 eran cubanos y once extranjeros, entre los que se encuentran dos argentinos, Dora Beatriz Cifuentes y Oscar Hugo Almaras, siete mexicanos (seis miembros de la tripulación), un saharaui y otro saharaui con nacionalidad española.
Según informó la agencia de noticias EFE, se espera que las labores de identificación duren varios días e incluso semanas debido a que el violento choque desperdigó mucho los restos del avión, lo que impide a los expertos guiarse por los números de asiento que tenían asignados los pasajeros.
En paralelo, expertos siguen investigando en el lugar donde se desplomó el avión, un área de cultivos aledaña al aeropuerto, donde un equipo busca datos que ayuden a esclarecer lo ocurrido.
Una de las cajas negras del aparato, la de voz, ya ha sido localizada y, en las próximas horas, se espera que aparezca la segunda, el dispositivo que registra los datos técnicos del avión, del que el gobierno cubano aseguró que tenía toda la documentación en regla para volar.
En tanto, el flamante presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, recorrió los lugares de atención a las familias de las víctimas y, en una de sus paradas, destacó la "tranquilidad en las familias porque se les ha informado y han visto la manera en la que se está trabajando".
"Están creadas todas las condiciones para que ese sistema de trámites que a veces es engorroso no descanse en las familias y que les podamos dar esos servicios de manera más rápida, a medida que (se) vayan identificando los cadáveres", explicó.
"Creo que la gente también está haciendo un tremendo esfuerzo para sobreponerse al dolor", aseveró y habló de las muestras de apoyo "de todos los confines del mundo".
También sostuvo que el ex mandatario y primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Raul Castro, "ha estado muy pendiente de todo".
La polémica por la causa del accidente terminó de consolidarse ayer a última hora cuando el ex piloto de la mexicana Global Air, propietaria del Boeing arrendado por Cubana de Aviación, denunció que ese avión "registraba un mal récord por fallas en sus aviones".
Marco Aurelio Hernández, que varias piloteó el avión accidentado y trabajó ocho años en esa firma, presentó en 2013 una demanda por falta de mantenimiento de los aparatos.
"Hay personas muy capacitadas como mecánicos, pero les faltan refacciones (componentes) que son necesarias para que los aviones estén, si no al 10, sí al 80 o al 90%", afirmó al diario mexicano Milenio y remarcó que fue testigo de varios incidentes como fallas de motores y averías en el sistema eléctrico.