En una reciente reunión en el Vaticano, el Papa Francisco comunicó a los representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) que no podrá visitar Argentina durante este año. Jorge Sola, secretario de Prensa de la CGT, explicó que el Pontífice tiene una agenda muy ocupada, pero mostró su deseo de visitar el país en 2025.
Sola hizo estas declaraciones después de la reunión que Héctor Daer y Pablo Moyano mantuvieron con el Papa este lunes en el Vaticano. “Entre los temas que discutimos, uno de los que le pedimos fue considerar una visita a Argentina para enviar un mensaje de confraternidad. Nos confirmó que le gustaría hacerlo, pero que este año su agenda es complicada. Sin embargo, dijo que el próximo año podría ser una posibilidad para organizar la visita,” detalló Sola.
El vocero añadió que el Papa expresó interés en visitar varias ciudades argentinas en 2025, incluyendo Santiago del Estero, Córdoba y la Patagonia. “Esto lo mencionó expresamente, así que los cordobeses pueden sentirse contentos, ya que el Papa los tiene en mente para una posible visita,” aseguró Sola. “Me gustaría ir, es mi pueblo, pero no está decidido. Primero hay que resolver varios asuntos,” había dicho el Papa en una reciente conversación con la prensa durante su regreso a Roma después de una gira por Asia y Oceanía. Jorge Bergoglio pasó dos años en Córdoba entre 1958 y 1960 como novicio jesuita, y nuevamente entre 1990 y 1992 en la Residencia Jesuítica de la capital cordobesa.
Sola también comentó que el Papa se mostró "con mucha profundidad de pensamiento y lúcido" durante la reunión. En la conversación con los líderes de la CGT, Francisco abordó la situación política, social y económica de Argentina bajo la administración de Javier Milei, quien el domingo pasado afirmó que “la justicia social es violenta y no es justa”. El Papa expresó su preocupación por la pobreza y las desigualdades en el país y elogió el concepto de unidad promovido por la CGT. “Francisco inició la conversación felicitándonos por el concepto de unidad, y expresó su preocupación por la pobreza y las desigualdades,” explicó Sola.
El Papa también subrayó “la importancia de la dignificación en el trabajo” como un valor “trascendental y un ordenador social que se alinea con los principios de la doctrina social de la Iglesia”. Al final del encuentro, Sola destacó que fue una “oportunidad para entregarle la agenda de la CGT sobre un nuevo contrato social de producción, desarrollo y trabajo”.
Sola describió la reunión como “muy emocionante” y resaltó el estado de ánimo del Papa, quien mostró mucho humor y profundidad en sus intervenciones. “Lo vimos muy entero y con mucho humor en sus comentarios. Mostró una gran profundidad de pensamiento y lucidez, y estaba preocupado por los mismos problemas que nos preocupan a nosotros,” concluyó Sola.
