

Este sábado el Estadio Tomás Segovia de Hasenkamp fue escenario de una jornada muy especial en el Torneo Infantil de la Liga de Fútbol de Paraná Campaña. En la segunda fecha del campeonato, Deportivo Bovril visitó a Juventud Sarmiento en el encuentro más esperado de las categorías formativas. El partido de Sub 15, en particular, fue testigo de un momento cargado de emociones que trascendió el resultado en la cancha.
Transcurría el encuentro cuando, en una jugada desafortunada, Tobías Schoenfeldt, jugador de Juventud Sarmiento, convirtió un gol en su propio arco. Lo que hacía aún más significativo este error era que se trataba de su primer partido en la categoría Sub 15.
A pesar de la alegría que experimentaban los visitantes por el tanto, el pequeño Tobías no pudo evitar sentir una gran frustración. El dolor era evidente en su rostro, y no pudo contener las lágrimas mientras corría hacia el vestuario, lamentándose por el gol en contra.
Un acto de solidaridad que derriba barreras
Lo que sucedió a continuación fue una muestra conmovedora de espíritu deportivo. En lugar de quedarse en su vestuario celebrando, el rival de turno, Dylan, jugador de Sub 15 de Deportivo Bovril, hizo algo que muchos no esperaban: se acercó al vestuario de Juventud Sarmiento para brindar palabras de aliento a Tobías. A pesar de la rivalidad del partido, Dylan mostró una madurez increíble y una empatía que trasciende el fútbol. Le dio el apoyo necesario a Tobías para que siguiera disfrutando del juego, mostrándole que el deporte va más allá de los goles y los resultados.
Este gesto de Dylan, un joven deportista que entendió la importancia del compañerismo, fue apreciado por todos, especialmente por la familia de Tobías, que estaba profundamente emocionada.
La mamá de Tobías, visiblemente agradecida por el gesto, expresó su emoción con palabras sinceras hacia el joven futbolista. “Quiero agradecer a Dylan, jugador del Club Deportivo Bovril. Mi hijo Tobías Schoenfeldt es la primera vez que juega en Sub 15 en el Club Juventud Sarmiento de Hasenkamp y hace un gol en contra. Luego salió llorando de la cancha y fue él (Dylan) quien lo buscó en el vestuario para darle unas palabras de aliento. Porque aparte de ser rivales, son amigos. Gracias, Dylan”, destacó a Fuera de Juego.
El verdadero espíritu del fútbol
Este acto de camaradería no solo conmovió a los presentes, sino que también dio una lección de vida que trasciende los terrenos de juego. En un contexto en el que, muchas veces, los jugadores son presionados por la competencia y la victoria, lo sucedido en Hasenkamp demostró que el fútbol también puede ser una escuela de valores. Dylan, al ofrecer su apoyo a un rival, reforzó la idea de que el deporte no solo se trata de ganar o perder, sino de aprender, crecer y, sobre todo, ser una mejor persona.
Este emotivo episodio, que demuestra el verdadero espíritu del fútbol infantil, quedará grabado en la memoria de todos los involucrados. Tobías, aunque todavía con el sabor amargo del gol en contra, recibió una lección de amistad y solidaridad que lo acompañará mucho más allá del resultado de cualquier partido.