En el primer semestre de este año se habrán vendido alrededor de u$s 2.800 millones, lo que representa más de tres veces los u$s 847 millones comercializados en los primeros seis meses del año pasado.
Desde que comenzó esta liberación parcial del cepo, en enero del 2014, el Banco Central sacrificó casi u$s 6.000 millones para el dólar tenencia, lo que representa casi el 20% de sus reservas. Gran parte fue a abastecer al mercado paralelo, porque es una de las formas que tiene el gobierno para impedir un alza del billete. Por la necesidad de pesos de las empresas, el blue ayer subió apenas un centavo a $ 13,29, el dólar Bolsa ascendió 4 centavos a $ 12,84 y el liqui trepó un centavo a $ 12,87.
Los "purecistas" hacen la bicicleta financiera de comprar en el segmento formal al valor de dólar oficial de $ 9,10 (el 20% de retención de AFIP varias empresas lo reintegran a fin de mes, o en el peor de los casos el fisco lo devuelve en abril del 2016) y lo revenden a $ 13.
"Hoy a los "puré" le pagan $ 13 cuando el mes pasado le daban $ 12,30 con suerte. De un mes a otro (de mayo a junio), con la extracción promedio de u$s 650, los purecistas se llevan $ 500 más", revela un mesadinerista.
En la City sostienen que, sin la expectativa del puré, el blue no tiene precio, la brecha sería terrible. "Están todos los mayoristas esperando el puré con los dientes afilados. Espero que no nos choquemos entre todos, porque el peligro son los plazofijeros que aparezcan. Por suerte no hubo operativos, que hoy son la mejor aliada del blue. Cuando no hay allanamientos, la oferta fluye sin problemas, no se arman listas de espera y entonces el precio se mantiene estable", confiesa un broker, en off the récord.
Los cueveros venden billete ahora, todo lo que tengan, para salir a comprar a partir de mañana, con el comienzo del puré de julio.
"La Procelac y el Banco Central son los mejores aliados en hacer subir el blue con allanamientos: si lo dejan operar el mercado encontrará un equilibrio", revelan fuentes cueveras.
"Si tenés que comprar un palo (u$s 1 millón) olvidate. Vas a tardar dos semanas, porque tenemos un cupo diario: no más de una gamba (u$s 100.000) diaria por cliente. Si vendo un palo con este mercado tan chico, hago subir más 30 centavos al bille de una", confiesan.
Las mesas grandes de los brokers desaparecieron: ya no hay un núcleo duro de casas de cambio y brokers que manejen la plaza, que en la época de Moreno eran los formadores de precios. Ahora hay un mercado más horizontal, con varios cambistas medianos que se transformaron en feudos de su zona, mientras la City informal se trasladó a Once y a Liniers. (El Cronista)