El Gobierno nacional está analizando la posibilidad de reducir los topes de consumo subsidiado en las tarifas de electricidad para los usuarios residenciales. Este cambio podría implementarse incluso antes de la aplicación de un nuevo esquema de subvenciones, que se prevé para mitad de año.
La medida, que se suma a la intención de recortar el gasto público en este rubro, responde también a las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que recientemente instó a un ajuste en las partidas de subsidios.
El esquema que está bajo estudio por la Secretaría de Energía, encabezada por María Tettamanti, contempla la posibilidad de establecer nuevos bloques de consumo subvencionado, más bajos que los actuales, con una estructura escalonada. Además, se evaluará la región geográfica de cada hogar, ya que en algunas zonas, debido al clima o la falta de gas natural, los hogares deben utilizar más electricidad para calefacción o refrigeración. Esta modificación podría impactar a millones de usuarios en diferentes partes del país.
La medida dependerá de una evaluación fiscal y política
La decisión final sobre la reducción de los topes de consumo dependerá de la evaluación que realicen los funcionarios clave en la administración, como el secretario coordinador de Energía y Minería, Daniel González, y especialmente el ministro de Economía, Luis Caputo.
La premisa oficial es que el ajuste fiscal necesario no debe tener grandes impactos negativos en los hogares, especialmente en un año electoral. Según fuentes del Gobierno, la intención es que los nuevos límites de consumo sean más "focalizados", lo que implicaría una medida más restrictiva que la actual, pero con el objetivo de equilibrar las cuentas fiscales sin generar un malestar generalizado en los consumidores.
Las tarifas de electricidad en Argentina se componen de varios componentes: el costo de la energía, el transporte, la distribución y los impuestos. Los subsidios estatales permiten que los usuarios paguen una tarifa más baja en comparación con el precio pleno de la electricidad, que varía según el nivel socioeconómico del hogar, bajo el esquema de segmentación vigente. Este sistema clasifica a los usuarios en tres niveles: los de ingresos más altos (Nivel 1), los de ingresos medios (Nivel 3) y los de ingresos bajos (Nivel 2).
Cambios en los topes de consumo
De acuerdo con los datos del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), actualmente hay 9,5 millones de usuarios de electricidad en los niveles N2 y N3 que reciben subsidios, lo que representa una reducción de 800.000 personas en comparación con el año pasado. Además, en el caso del gas, 5,3 millones de usuarios también cuentan con subsidios, de un total de 9,5 millones de hogares. Los usuarios de Nivel 1 no reciben descuentos en sus tarifas, lo que significa que pagan el costo completo de la energía consumida. Los usuarios de Nivel 2 tienen bonificado el consumo hasta un máximo de 350 kWh mensuales, mientras que los de Nivel 3 tienen una bonificación hasta los 250 kWh mensuales.
La secretaria de Energía, Tettamanti, también trabaja en la implementación de un nuevo esquema de subsidios que entraría en vigor en 2025, con el objetivo de simplificar el sistema. En este nuevo esquema, se prevé que existan solo dos tipos de usuarios: aquellos que reciban subsidios y los que no, de forma similar a la tarifa social aplicada durante el gobierno de Mauricio Macri. El presupuesto de 2025 ya contempla un recorte significativo en los subsidios, con un ahorro estimado superior a los 3.000 millones de dólares, cifra que coincide con el ajuste que se llevó a cabo este año. (Con información de Infobae)