Boca Juniors no se apeó de la punta del campeonato de primera división, que ahora comprte con San Lorenzo, pero se quedó con el amargo sabor de una dura derrota por 4 a 3 en la propia Bombonera ante un Unión que sobre las postrimerías del partido definió la victoria con un tanto de su mejor figura, Lucas Gamba.
Después de cuatro años, cuando en el debut de Julio Falcioni como técnico en 2011, que a Boca no le hacían cuatro goles en la Bombonera (4-1 ante Godoy Cruz), aunque un año después Independiente le marcó cinco (5-4).
Y en cuanto a Unión, la vez anterior que salió victorioso de la cancha de Boca fue en 2013, el día del retorno de Juan Román Riquelme al equipo, ya con Carlos Bianchi como entrenador (3-1). Esta vez fue el día en que Carlos Tevez marcó su primer gol en la Bombonera tras su retorno.
Claro que esto último ocurrió al minuto del segundo tiempo, luego de una primera etapa en la que pasó de todo y más, con un comienzo aparentemente tranquilo para el local, que a los seis minutos ya estaba en ventaja cuando Jonathan Calleri, su mejor figura, logró la apertura tras un grosero error de Emanuel Brítez.
Claro que menos de 20 minutos después los yerros se trasladarían al área de enfrente, empezando por su arquero, Agustín Orión, que volvió a tener una salida como aquella en la que fracturó al delantero uruguayo de San Martín, de San Juan, Carlos Bueno, pero esta vez contó con Lucas Gamba como destinatario, aunque no le acertó de pleno en la "ídem".
Orión ya había visto la tarjeta roja, además de en ese juego ante los sanjuaninos, en la segunda fecha del certamen en cancha de Temperley, al pegarle un cabezazo al delantero Juan Dinneno.
El árbitro Jorge Baliño dudó un instante luego de señalar un posterior saque de arco y acto seguido, a instancias del asistente Sergio Zoratti resolvió cobrar un tiro penal y expulsar al arquero por acción de último hombre, algo que pareció "soplarle" el cuarto juez, Rodrigo Sabini, luego de observar la imagen por televisión.
La salida de Orión fue rodeada por silbidos de la parcialidad boquense y simultáneamente aplausos y vítores para su reemplazante, Guillermo Sara (en realidad relevó al delantero Sebastián Palacios), que no pudo contener el posterior penal lanzado por Ignacio Malcorra.
De allí en adelante Boca fue un puñado de nervios que se reflejaron con mayor notoriedad en su defensa, al punto que un nuevo error, en este caso de Daniel Díaz, que tuvo una noche fatal, determinó a los 35 minutos que 10 más tarde Unión se fuera al descanso en ventaja merced a la segunda conquista alcanzada por Mauricio Martínez.
Pero en el arranque de la segunda mitad llegó el mencionado tanto de Tevez para colocar una paridad que parecía promisoria, aunque ni el "Apache" ni nadie contaban con los regalos defensivos que se sucederían sin solución de continuidad hasta la finalización del encuentro.
A los 19 minutos otra desinteligencia defensiva fue aprovechada por César Brítez para reivindicarse de su error inicial y anotar el 3-2 para su equipo luego de una serie de pifias dentro del área "xeneize".
Y a partir de entonces tuvo Unión un par de oportunidades más para rematar el juego, aprovechando las fallas sucesivas del "Cata" Díaz y compañía, pero falló en la puntada final y, se sabe, dejar vivo a Boca es siempre muy peligroso.
Por eso no extrañó que a los 42 minutos otra vez apareciera Calleri para empatar con una palomita tras un centro de Fernando Gago, algo que parecía cerrar la historia al menos dignamente para las huestes dirigidas por Rodolfo Arruabarrena, que para colmo de males se fue expulsado sobre el epílogo junto al entrenador de arqueros, Fernando Galloso.
Pero esto no fue para nada así, porque en el último error de la noche a la defensa de Boca le cabecearon dos veces en el área y contradiciendo a su apellido, Gamba frenteó al gol sobre la hora sorteando una plancha de Daniel Díaz que casi le "arranca la cabeza" a la figura de la cancha.
Después llegó la dedicatoria de todos los jugadores de Unión para con su ex compañero fallecido, Diego Barisone, y los lamentos de sus colegas boquenses, que se quedaron con la punta compartida ahora por San Lorenzo y con River acechando, en una noche absolutamente olvidable.