La dura derrota 3-0 de la Selección Argentina frente a Brasil, hundió aún más al equipo en su estado de desconcierto. Tuvo ráfagas que ilusionaban con explotar lo mejor de Messi, pero se diluyeron con el andar del partido.
En el inicio del partido, Leo intentaba ponerse el equipo al hombro.
Bajaba para encontrarse con la pelota e intentaba encarar casi desde la mitad de la cancha, algo así como en Barcelona, aunque sin ayuda.
Sin embargo, Tité encontró la forma de neutralizarlo. Nunca recibió la pelota con comodidad, siempre lo achicaban entre al menos dos jugadores y, si era necesario, lo cortaban con una infracción.
<h5>Brasil pensó en todo</h5>
También tuvo varias chances de romper el arco rival con tiros libres muy cerca del área, pero no estuvo preciso en ninguno. Y hasta sufrió una avivada de Marcelo, jugador del Real Madrid, que se agachaba detrás de la barrera para evitar que le pegara por abajo.
<b>En un primer tiempo a pedir de Brasil, que se fue con un 2-0 de ventaja en el marcador, Marcelo demostró estar muy concentrado ante un tiro libre que iba a ejecutar Messi. </b>
El lateral del Real Madrid tuvo una gran idea: se agachó atrás de la barrera por si el argentino decidía patear rasante, algo que ya hizo en otras oportunidades y terminó en gol. <b>Como si Brasil hubiera pensado en todo.</b>
Y con Edgardo Bauza parece que tampoco entró en sintonía, pese a que en el entretiempo sacó a Enzo Pérez, el mejor de la primera mitad, para que ingresara Sergio Agüero, el socio futbolístico y amigo de Leo Messi. Los cambios no variaron la ecuación y Argentina se derrumbó con el pasar de los minutos.