Echagüe, por su parte, no arrancó bien el torneo (marca de 2-5) pero intentará aprovechar el impulso que significa haber bajado al líder en la última jornada.
Para eso, será fundamental la labor de Lisandro Ruiz Moreno, quien viene siendo uno de los nacionales más determinantes del certamen, anotando 16,4 tantos por juego, además de 4,1 asistencias y 2,7 rebotes. En el partido del jueves fue clave con 21 unidades.
Un punto que puede favorecer a los de Amden es el tema rebotes ofensivos, promediando 12,4 por partido, frente a un Unión al que le ha costado asegurar su tablero defensivo durante buena parte de lo que se lleva jugado (permiten 13,7). De hecho, este fue quizás el factor más determinante en el choque del jueves, cuando Echagüe pudo tomar la enorme cifra de 23 tableros en ataque (59 totales), con Santiago González con 9, como su mayor exponente. Sin dudas, un area a tener bajo la lupa para los santafesinos.
Por su parte, Unión tuvo un inicio de temporada soñada, siendo uno de los conjuntos que más aguantó invicto, ganando sus primeros seis juegos y recién cayendo el pasado jueves, ante este mismo rival, por 71 a 60. Igualmente, los santafesinos siguen liderando con cierta comodidad la Zona Litoral, con dos partidos de ventaja sobre su perseguidor, Rocamora.
Por ahora, el equipo de Siemenczuk se ha mostrado como uno de los más sólidos del torneo, con buenas producciones en ataque (81,9 puntos) pero también a la hora de defender el aro propio (69,7). Por otra parte, son uno de los conjuntos que mejor se viene pasando la pelota, con un muy alto promedio de asistencias por actuación (15,1).
Clave para eso viene siendo la labor del conductor Pedro Franco y sus 5,3 pases gol por encuentro, además de ser el segundo mayor anotador del plantel, con sus 13,9 tantos. ¿El primero? Darrin Dorsey, con 16,6.