El encendido de la antorcha olímpica, que abre la cuenta atrás hacia los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, se celebró hoy en las ruinas del Templo de Hera, en la antigua Olimpia, en Grecia, donde se celebraban los Juegos en la antigüedad, en una ceremonia tradicional en la que se invocó al dios Apolo y se entregó la llama al primer portador.
La actriz Katerina Lehú en su papel de Gran Sacerdotisa de Olimpia, rodeada de otras sacerdotisas y vírgenes vestales, encendió la llama utilizando un espejo parabólico que desvía y concentra los rayos del sol (solo se puede encender con rayos solares). Por suerte el día en Olimpia fue soleado y no hubo ningún problema.
Las sacerdotisas portaron el fuego y tres ramas de olivo hasta el antiguo estadio olímpico, donde llevaron a cabo una danza en representación de las antiguas disciplinas olímpicas, y la Gran Sacerdotisa le entregó el fuego y una rama de olivo al primer portador de la antorcha, el gimnasta griego Lefteris Petrunias.
Petrunias, de 25 años y que en 2015 ganó la medalla de oro en anillas en el Mundial de Glasgow, el Europeo de Montpellier y en los primeros Juegos Europeos en Bakú, llevó la antorcha ante el monumento a Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, y después la entregó al siguiente portador, al exvoleibolista Giovane Gávio, representante de Brasil, país anfitrión de los JJ.OO.
Durante seis días, la antorcha atravesará diferentes zonas geográficas y lugares arqueológicos de Grecia hasta Maratón, ciudad que da nombre a la emblemática carrera de larga distancia en honor del soldado griego Filípides.
El fuego olímpico pasará antes por el campo de refugiados de Eleonas, en el oeste de Atenas, donde un refugiado sirio hará uno de los relevos y portará la antorcha en nombre de todos los refugiados.
Según los medios helenos, que citan fuentes de Naciones Unidas, el portador será un ex basquetbolísta y nadador, que huyó de su país tras perder una pierna en un bombardeo, pidió asilo en Grecia y ahora trabaja en una cafetería en Atenas.
La celebración comenzó con el izado de las banderas olímpica, brasileña y griega, y los discursos del alcalde de Olimpia y los presidentes de los comités olímpicos internacional, brasileño y griego.
"A pesar de las dificultades que Brasil está afrontando hoy en día, la llama es un recordatorio eterno de que todos somos parte de la misma humanidad. La llama es un antiguo símbolo de paz y armonía, un símbolo del poder de la humanidad para unirse a pesar de sus diferencias", expresó en su discurso Thomas Bach, presidente del COI.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no acudió a la ceremonia que inicia la cuenta atrás para Río 2016 debido a las acusaciones de corrupción y al juicio político que enfrenta en su país.
Luego de su paseo por Grecia, la antorcha viajará por avión a Brasil, llegando el 27 de abril, y seis días más tarde, el 3 de mayo, comenzará un recorrido de 95 días que comenzará en Brasilia para terminar con el encendido del pebetero olímpico el 5 de agosto en el Estadio Maracaná, para darle inicio a los primeros Juegos Olímpicos que se celebrarán en Sudamérica.