La doble competencia comienza a sentirse por Rosario, que en los últimos días hizo un enorme esfuerzo en Brasil, donde cayó derrotado ante Palmeiras. En el Gigante de Arroyito, Central pudo llevarse el triunfo, pero sobre el cierre del partido Banfield le arruinó la fiesta: fue empate 2-2.
Gonzalo Bettini había sorprendido a todos con su irrupción tras una jugada sucia tras un tiro libre en el primer tiempo y dándole la victoria parcial al combinado del Sur, que soportó la ventaja durante todo un tiempo, a pesar del constante asedio del equipo local. Sin ideas pero con la voluntad que caracteriza el ciclo Coudet, Central fue.
Y el premio llegó en el segundo tiempo, cuando a los pocos minutos Alejandro Donatti metió un certero cabezazo libre de marca y dejó estacado a Hilario Navarro. Como si el golpe no hubiese sido suficiente, a los pocos minutos apareció Damián Musto con un zurdazo implacable que se colgó del ángulo y le daba tres puntos vitales al Canalla.
Pero cuando el partido se moría, el pibe Claudio Villagra sacó un zapatazo que enmudeció al estadio y puso las cosas más parejas en lo alto de la tabla de la Zona 1: Central continúa liderando a dos de San Lorenzo, el único escolta que ayer también empató.