En un cuarto piso de Puerto Madero el sol da de lleno. Traspasa el vidrio de la oficina donde Mariano Elizondo toma las decisiones más importantes de la Superliga. La primera división del fútbol argentino cerró 2018 con ingresos superiores a la inflación y un 97% de eficiencia en la programación de los partidos durante el primer semestre. En la segunda parte del año, la estadística se derrumbó. Y el responsable vino desde Paraguay: las idas y venidas de la Conmebol con la finalísima de la Copa Libertadores trastocaron los planes de la Superliga, cuyo torneo ahora padece una invasión de asteriscos, uno por cada partido postergado. "La Conmebol no tuvo respeto por el fútbol argentino", se molesta Elizondo en una entrevista con La Nación.
-¿Qué pasó?
-En agosto del año pasado, la Conmebol anunció que la final de la Libertadores se jugaba los miércoles 7 y 28 de noviembre. Fue en una reunión donde todos los representantes de la Conmebol definían cuándo era la fecha. Después tuvimos la suerte de que los dos equipos que llegaron a la final fuesen argentinos.
-O la desgracia...
-Eso habla de que el fútbol argentino está bien. De los 8 equipos más importantes que tuvo la Copa Libertadores, 4 eran argentinos. Luego, de los dos más importantes, ambos eran argentinos. Es un orgullo para la Superliga tener a los dos equipos más importantes de Sudamérica jugando nuestra competencia. La desgracia, si querés usar tus palabras, es que a partir de esta circunstancia que se da, la Conmebol empezó a modificar los calendarios.
-¿Alguien de Conmebol les avisó de la idea de poner las finales en sábado?
-No. Nadie. De hecho, eso se decidió un jueves, después de un partido que había jugado Boca. Yo hablé por teléfono a la noche, después del partido. Y me dijeron: "Quedate tranquilo, no va a pasar nada". Hablé a la mañana siguiente y me dijeron que no había nada resuelto. Un rato más tarde vimos el tuit de Conmebol anunciando la modificación de fecha y de horario. Dos cambios, sin consultarnos a nosotros. Primero era el anuncio de que se jugaría el sábado 10 y el sábado 24, lo que provocó que lo que habíamos programado para esos sábados tuvimos que reprogramarlo. Luego, el sábado 10 pasó, por la lluvia, al domingo 11. Después nos pasó lo mismo el 24, por un tema de seguridad...Y pasó al 25. Y luego, nuevamente, al 9 de diciembre. Entonces, lo que veníamos trabajando con un orden y una previsibilidad, al cambiar Conmebol nos impactó de lleno en un montón de partidos y no logramos tener la eficiencia que teníamos antes.
-¿Piensa que el fútbol argentino se plantó como corresponde ante esa falta de respeto?
No sé cuál es la manera en la que corresponde plantarse. Las decisiones fueron tomadas muy rápidamente por Conmebol. Creo que cada uno reaccionó conforme a cómo entendía que podía reaccionar.
-Nadie los vio a Tapia ni a usted diciendo que el partido no podía irse de la Argentina. Ni protestando por lo que le hacían al calendario de la Superliga.
-Yo hablé con Tapia... Lo que me dijo a mí es lo que le dijeron a él. Creo que tampoco contemplaron a la AFA en la decisión. Nosotros reaccionamos. Ante la posibilidad de la Conmebol de querer modificar el partido, lo primero que hicimos nosotros fue mandar una nota a Conmebol diciendo: "Ojo, señores, no hagan esto".
-Lo hicieron igual...
-Luego, después de la segunda final, que la suspendieron y no se sabía cuándo iba a realizarse, en el comité ejecutivo de la Superliga todos los presidentes firmaron una nota planteando nuestro desagrado por cómo se estaba manejando en este tema la Conmebol.
-¿Se tendría que haber jugado en la Argentina?
-Sí.
-¿En el Monumental?
-Creo que también, sí. Es la final de la Copa Libertadores de América.
-¿A puertas cerradas o con hinchas?
-No sé. Ahí hay que ver los reglamentos de la Conmebol. Pero si vos definís que tenés una final doble, y que uno juega de local y otro juega de visitante, uno juega de local y otro de visitante.
-No fue precisamente una Copa Libertadores apegada a los reglamentos: un jugador disputó siete partidos estando suspendido.
-Fue una Copa Libertadores compleja. Eso atenta también contra la propia Copa Libertadores. Si mi producto es menos importante, más débil, va a pasar lo mismo con el producto de ellos. Es transitivo.
-¿La Conmebol ve que si desmejora la Superliga, también empeora la Libertadores?
-No creo. Si lo hubiesen visto no habrían tomado las decisiones que tomaron.
-¿Imagina un conflicto entre los equipos argentinos con la Conmebol por la próximas Libertadores y Sudamericana?
-No. Creo que tenemos que encontrar entre todos una solución a los problemas. No me imagino planteándose dentro de una misma industria dos fuerzas que quieran atentar contra un producto.
-Pero acá hay una fuerza a la que no parece importarle el producto de la otra.
-Si la Conmebol dijera que a partir de ahora la Copa Libertadores se juega solamente los sábados y los domingos, no tenemos más fútbol. Si no tenemos más fútbol, ¿qué? Vamos a encontrar equipos que se clasifiquen, los que fueran, con menos gente en la cancha, con menos socios, con menos plateas vendidas, con menos dinero de la televisión, entonces vas a tener un producto más pobre. ¿Qué logramos? ¿Qué el fútbol argentino sea más pobre y el brasileño más rico?
-¿Va a exigir una explicación de lo que pasó?
-No. No es un tema de capricho, sino de entender el negocio. Creo que las decisiones que tomaron afectan al producto. Estuve en un encuentro de presidentes de ligas del mundo donde el presidente de la Premier League y el presidente de la Bundesliga me pidieron que trate especialmente este tema ante el vicepresidente de la FIFA (Víctor Montagliani). En el evento, donde había 28 presidentes de ligas del mundo, se planteó el caso de lo que pasaba en la liga argentina, como un caso de preocupación hacia el calendario, porque en Europa les pasa lo mismo y están discutiendo (de manera más civilizada, a lo mejor) porque la FIFA quiere hacer una liga de clubes, o quiere modificar el Mundial de Clubes, o la UEFA quiere poner una tercera competencia. Y lo que dicen es: no alcanza el tiempo para jugar al fútbol. Entonces, ya en Europa vienen discutiendo porque la UEFA se jugaba los miércoles y ahora se juega martes y miércoles. Y también tenés la Europa League que se juega los jueves. Entonces, ellos están discutiendo que ahora en Europa se juega martes, miércoles y jueves. Cuando nosotros en Latinoamérica venimos jugando martes, miércoles y jueves. Y ellos ya están en contra de que la final de la Champions se juegue un sábado una vez que haya finalizado el torneo. Ellos dicen (y los acuerdos firmados así lo establecen) que las ligas juegan partidos los fines de semana y las confederaciones juegan entre semana. Hay una discusión: habiendo finalizado el campeonato en todas las ligas, ¿porque se juega un partido un sábado? Y cuando ven el comportamiento de la Conmebol, no lo pueden creer.
-¿La industria del fútbol argentino terminó 2018 mejor que 2017?
-Sí. Tenemos que ver cómo arrancamos: el fútbol argentino estuvo parado más de un mes porque los clubes no les pagaban el salario a los jugadores. Si miramos lo que se generó en 2018 con respecto a 2017, distribuimos casi un 55% más de dinero.
-O sea que la Superliga le ganó a la inflación.
-¡Obvio! Creo que ese número lo vamos a mejorar mucho en 2019/20.
-¿Por qué?
-Porque proyectamos más contratos, porque los contratos que generamos los actualizamos bien. Y porque tenemos la posibilidad de vender más productos.
-¿Qué hará la Superliga con el FAN ID?
-Nosotros tenemos que encargarnos del empadronamiento de la gente que vaya a la cancha a ver los partidos de la Superliga.
-¿Cuándo abrirán la licitación para que los interesados puedan cotizar?
-Todavía no está definido. Tampoco está reglamentado qué datos tengo que tener de cada uno de los hinchas. Una vez que tengamos definido eso, hay que ver quién puede dar lo que la resolución pide. Nosotros tenemos que tener en la base de datos a todos los que quieran ir a la cancha. Y a lo mejor tendremos una base de datos de 5 millones de personas. Hay que trabajar con gente que pueda hacerlo. Esto no puede fracasar: necesitamos empresas que tengan experiencia en hacerlo.
-¿El Fan ID va a ser gratis?
-Tendremos que definirlo.
-¿Los hinchas visitantes podrán concurrir a las canchas en 2019?
-Dependerá de cada jurisdicción. Hay muchas jurisdicciones que ya los tienen y otras que siguen sin querer tenerlos.
-Pero eso va más allá de la infraestructura para poder tenerlos. A nivel infraestructura no cambió casi nada.
-No. Pero eso depende de cada jurisdicción y del club. Por ejemplo, en el último partido entre Independiente y Boca, la provincia dijo que permitía los visitantes y el club no quiso. Después te pasa que tenés clubes como Argentinos Juniors que te dicen que les encantaría tener hinchas visitantes. Pero la seguridad no se lo permite. Entonces, tiene que haber una conjunción entre la seguridad y que el club lo quiera.
-Eso es partido a partido... Semana a semana. ¿se puede normalizar la situación y ser un poco más previsible?
-A lo mejor, sí. Pero te vas a encontrar con la previsibilidad de que algún club te diga: "En mi cancha, nunca".
-Así como podemos pensar en tener hinchas visitantes, ¿del VAR hay que olvidarse en 2019?
-Va a ser complicado, porque todavía no iniciamos el proceso de homologación y eso tarda un año. Tenés que presentarle una nota a la FIFA...y hay que capacitar a los árbitros, a exárbitros, a dirigentes, jugadores, técnicos, periodistas. Se instala y se prueba durante mucho tiempo...
-¿La devaluación del peso frenó inversiones?
-Sí, sobre todo porque el incremento del tipo de cambio fue muy brusco. Ahí dijimos: "Esperemos hasta que se aclare todo".