En la provincia de Misiones, se registraron cuatro casos de botulismo, una grave enfermedad causada por la ingestión de alimentos contaminados con la toxina de “Clostridium botulinum”.
El director de Epidemiología de esa provincia, Javier Ramírez, informó que una de las pacientes falleció el pasado sábado 18 de enero debido a las complicaciones generadas por la enfermedad.
Las otras tres personas afectadas, entre ellas una bebé, permanecen en estado crítico, bajo asistencia respiratoria mecánica en distintos hospitales públicos de la región.
El Hospital Samic Iguazú reportó el caso fatal en su informe oficial, detallando que la paciente fallecida era una mujer de 54 años, oriunda de San Luis. La paciente presentó una “mala evolución” en su estado de salud, que culminó en su deceso.
Estado crítico de los pacientes y trabajos de identificación del origen
El informe de las autoridades sanitarias indica que las otras personas afectadas están recibiendo tratamiento en hospitales públicos de Misiones, con pronóstico reservado. El doctor Ramírez subrayó que las autoridades sanitarias se encuentran trabajando para identificar el origen de la contaminación que provocó los casos de botulismo, con el fin de evitar que ocurran nuevos incidentes de este tipo.
El botulismo es una enfermedad extremadamente grave que requiere atención médica urgente para prevenir daños irreversibles. En este sentido, las autoridades han reforzado los llamados a la población a evitar el consumo de alimentos enlatados o conservados en condiciones inadecuadas, que son una de las principales fuentes de contaminación por la toxina del “Clostridium botulinum”. Se instó a la comunidad a prestar atención a las condiciones de conservación de los alimentos, especialmente aquellos adquiridos en mercados no regulados.
Síntomas, riesgos y prevención: qué saber sobre el botulismo
El botulismo afecta el sistema nervioso y provoca una parálisis muscular progresiva que, si no se trata a tiempo, puede llevar a la insuficiencia respiratoria y la muerte. Los primeros síntomas del botulismo de transmisión alimentaria suelen aparecer entre 12 y 36 horas después de haber ingerido alimentos contaminados, e incluyen fatiga intensa, debilidad general, vértigo, visión borrosa, sequedad de boca y dificultad para hablar y tragar. En los casos más graves, la parálisis muscular puede afectar la respiración, lo que requiere soporte respiratorio intensivo.
El tratamiento oportuno con antitoxina y soporte respiratorio es crucial para evitar la muerte. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de mortalidad del botulismo puede alcanzar entre el 5 % y el 10 %, especialmente cuando no se diagnostica ni trata con rapidez. Por ello, las autoridades sanitarias insisten en la importancia de la detección temprana y el tratamiento adecuado de los afectados, así como en la necesidad de educar a la población sobre los riesgos asociados al consumo de alimentos en condiciones no controladas.
Prevención para evitar el botulismo: cinco claves para la inocuidad de los alimentos
Mantener la higiene.
Separar alimentos crudos y cocidos.
Cocer los alimentos completamente.
Mantener los alimentos a temperaturas seguras.
Utilizar agua potable e ingredientes crudos seguros.
Además, es fundamental evitar el consumo de alimentos enlatados o fermentados en casa si no han sido procesados con estrictas medidas de seguridad. La toxina botulínica se destruye con el hervor a temperaturas superiores a 85°C durante al menos cinco minutos, lo que también es una medida eficaz para prevenir esta enfermedad. (Con información de Misiones on line)