"Mono, te ama tu familia, Villa Mercedes", rezó el cartel que mostraron orgullosos los allegados de Gabriel Díaz, el juvenil de 19 años salido de las inferiores de Patronato que este sábado debutó en el primer equipo, versus Temperley por Primera Nacional. <i>Elonce</i>estuvo en el estadio y obtuvo sus testimonios.
"Hoy vino mamá, papá y tres de los seis hermanos. Más no entrábamos en el auto", contó entre risas Marcelo Díaz, el padre del joven lateral derecho, acerca de los familiares que se acercaron al recinto de Villa Sarmiento para el ansiado debut. "Tuvimos casi nueve horas de viaje, partimos a las 12 de la noche y llegamos a las 9 menos cuarto", agregó.
La familia proviene de la provincia de San Luis, desde la ciudad de Villa Mercedes, de donde es oriundo el futbolista. En aquella ciudad, la familia se enteró de la buena nueva: "Fue todo muy loco. Estábamos trabajando con mi señora y mi hija mayor nos juntó a todos en casa, a las cuatro de la tarde. A través de una videollamada y cuando nos dijo empezamos a llorar todos, él tampoco podría hablar".
La madre de Gabriel, visiblemente emocionada, también expresó unas sentidas palabras en el feliz momento: "Fueron siete años duros para él, desde los 13 que está acá solo. Fue duro dejarlo y estar tan lejos, pudimos viajar pocas veces. Pero él lo logró porque hizo las cosas bien".
A su vez, destacó el rol de la pareja de Gabriel: "Siempre tuvo el apoyo de su novia, que vive en Paraná, y de su familia. Ellos lo bancaron y gracias a Dios se le dio".
El nombre de Gabriel Díaz sonó en los parlantes del Presbítero Grella, y la familia del puntano se dispuso a disfrutar de un momento único que les quedará en el recuerdo.
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<h5>El testimonio de Gabriel Díaz</h5>
Y la historia continuó horas después. Terminado el partido, el Mono Díaz dejó sus sensaciones tras una jornada llena de emociones para él y los suyos.
"Vengo peleando por esto hace muchos años, estoy muy feliz y más por haber ganado", comentó el joven futbolista, luego del triunfo ante Temperley por 3-1, cuyo trámite comenzó de adverso y terminó con un resultado más que positivo para el Rojinegro.
Acto seguido, habló sobre el encuentro con sus familiares y se le llenaron los ojos de lágrimas: "Sentí mucha emoción, porque ellos son los que me vienen bancando hace 7 años. Muchas veces me dieron ganas de irme y ellos siempre estuvieron ahí, apoyándome, y ahora me doy cuenta que valió la pena". El joven se mostró orgulloso con uno de los carteles que le obsequió su familia, que plasmaba las palabras de aliento: "Vamos Mono! Éxitos!".