"Podría romper su contrato, pero el problema es romper una relación de años con su equipo. El asunto es su salud. Hay que usar la cabeza más el corazón. Jugar lesionado le puede traer problemas, hasta legales", contó Sebastián Ginóbili por qué su hermano se quedó sin posibilidades de disputar con el seleccionado argentino de basquet el Mundial de España 2014.
No hay forma. No hay resquicio que permita a Emanuel Ginóbili disputar el último Mundial con sus amigos de la Generación Dorada. En el mundo del básquet manda la NBA. Inclusive la Federación Internacional está sometida a los deseos y caprichos de la liga estadounidense. No hay lugar para la épica, para el sentimiento patrio, para las amistades, ni siquiera para las decisiones. "Manu trató de pelearla, se plantó. Pero no tenia ningún instrumento para hacerlo. La Ley de la NBA protegía a San Antonio.
La FIBA no lo hubiese permitido tampoco", contó la desilusión Sebastián Ginóbili en diálogo con GUETAP por radio Vorterix.
"Estamos con tristeza, Manu deseaba estar en el Mundial. Quería despedirse de la selección con su grupo de amigos. Argentina es un muy buen equipo. Emanuel da ese plus diferente que dan los jugadores con experiencia, talento. Daba un porcentaje mas como equipo, pero las posibilidades están", agregó el hermano de Manu y director técnico de Bahía Basket.
En cuanto a las posibilidades de Argetina en el Mundial, el ex jugador aseguró que Argentina dependerá mucho de evitar a España y Estados Unidos en cruces prematuros: "Ante la ausencia de Emanuel, Scola es quien tiene los puntos en la mano junto con Hermann. La Argentina apuntaba a semifinales, ahora va a depender de los cruces. Lo importante es competir, no me refiero a no ganar, sino a jugar de igual a igual. El problema es si te cruzas con el Drem Team o con España, al resto le jugas de igual a igual".