El choque entre Peñarol y Sportivo debía disputarse el 27 de julio y sufrió varias postergaciones hasta la fecha. Por si esto fuera poco, ayer desató una nueva polémica ya que el estadio del Tricolor no fue habilitado para el encuentro, aunque luego se dijo que el cotejo finalmente se llevaría a cabo en cancha de Belgrano. Lo concreto es que a pocas horas del arranque del encuentro aún no hay lugar definido de disputa. Sólo se sabe que dicho compromiso en cualquiera de los estadios se realizará sin público visitante.
LA HISTORIA DEL DÍA. Lo que argumentaban desde la policía es que hasta ayer, al inspeccionar el escenario, no se habían realizado las reformas que le habían solicitado con anticipación. Mientras que desde la institución explicaron que al mediodía culminaron de hacer estas tareas.
Esta repentina modificación despertó el malestar de simpatizantes y directivos de Peña, por las complicaciones que le generarían a la parcialidad local trasladarse hacia la zona del seminario y porque, a partir de esto, preveían una merma en la asistencia de público y, por ende, en la recaudación.
Por ello solicitaron una reunión para esa misma noche con los directivos de la LPF. En el cónclave estuvieron dirigentes de Peñarol, con el presidente Juan Domingo Zacarías a la cabeza; los directivos del ente regulador del fútbol local, Julio Goyeneche, Néstor Ávalos, César Galván y Raúl Moyano; y Roldán y Dettler, en representación de la policía de la provincia, publica<i> El Diario</i>.
Tras debatir durarte más de media hora, desde la policía dieron una nueva oportunidad y decidieron inspeccionar hoy, a partir de las 9, el estadio. Si cumplen con la requisitoria, el partido se jugará en cancha de Peñarol; sino, el encuentro se disputará en el estadio de Belgrano.
El presidente de Peñarol, Juan Domingo Zacarías, Zacarías fue uno de los dirigentes que más ofuscados en la reunión. Además de reiterar constantemente el perjuicio económico que sufrirá el Tricolor en caso que el partido se juegue en cancha de Belgrano y que sería “más peligroso” que se dispute ahí, entre otras cosas, acusó de “discriminación” contra la entidad que él comanda argumentando que hace algunas semanas San Miguel y Ciclón del Sur se enfrentaron con público local y visitante en la cancha de barrio Paraná XIII.
A su vez, desligó a su club con hechos de violencia, asegurando que es una “cuestión de la sociedad” y puso como ejemplo el hecho del joven baleado en cercanías a la cancha de Patronato, el pasado 8 de agosto, tras el partido del Negro con All Boys por la Primera B Nacional.
También elevó su voz en más de una ocasión, discutió con Galván y con un periodista que se encontraba en el lugar.