Otra exhibición de las estrellas, el alero LeBron James y el pívot Anthony Davis, permitió que Los Angeles Lakers venciesen este viernes por 124-114 a los diezmados Miami Heat en el segundo partido de las Finales de la NBA que disputan al mejor de siete y dominan por 2-0.
James se quedó a las puertas de su segundo triple-doble consecutivo al conseguir 33 puntos, nueve rebotes, nueve asistencias, recuperó un balón y puso un tapón. Mientras que Davis acabó con un doble-doble de 32 puntos y 14 rebotes que lo dejaron líder en el juego interior de los Lakers, que vuelven a las Finales de la NBA por primera vez desde el 2010.
El veterano base Rajon Rondo, que salió de reserva, se encargó de ser el sexto jugador y el líder en la dirección del juego de los Lakers al aportar un doble-doble de 16 puntos, 10 asistencias y capturó cuatro rebotes.
Mientras que el ala-pívot Kyle Kuzma, que también salió del banquillo de los Lakers llegó a los 11 puntos, los mismos que tuvo el escolta titular Kentavious Caldwell-Pope y completaron la lista de los cinco jugadores del equipo angelino que tuvieron números de dos dígitos.
El alero Jimmy Butler con un doble-doble de 23 puntos y 13 rebotes fue el líder encestador de los Heat, que tuvieron también a cinco jugadores con números de dos dígitos, pero sin que ninguna fuese factor ganador.
El pívot reserva, el canadiense Kelly Olynyk acabó como segundo máximo encestador de los Heat al conseguir 24 puntos y nueve rebotes, mientras que el escolta novato, Tyler Herro, que salió de titular llegó a los 17 tantos y también capturó siete balones bajo los aros.
El partido no tuvo ningún tipo de historia e interés deportivo después de conocerse que los titulares de los Heat, el base esloveno Goran Dragic y el pívot All-Star Bam Adebayo eran baja por lesión con el equipo de Miami.
Davis, sin ningún hombre alto de calidad de los Heat que pudiese marcarle, salió de titular Meyers Leonard, pero apenas jugó nueve minutos, el equipo de Miami salió a cumplir el expediente.
A pesar que Olynyk luchó e hizo un buena labor individual, pero sin ser eficaz a la hora de defender y controlar las acciones de Davis dentro de la pintura, donde siempre fue el dueño y acabó el partido con 15 anotaciones de 20 tiros de campo, incluido el único triple que intento, y lanzamiento de personal que hizo.
Las bajas de Dragic y Adebayo dejaban el camino despejado para que los Lakers comenzasen su entrenamiento ante Miami y aunque entendieron que, al menos de cara a no hundir más la pobre audiencia de televisión, debían jugar a medio gas, siempre estuvieron fueron muy superiores, al margen de lo que reflejaba el marcador.
De esta manera, se acabó el poco interés que ya generaba el partido y quedó demostrado con los parciales de 29-23 al concluir el primer cuarto y 68-54 cuando se llegó al descanso.
Los Lakers, establecieron siempre el ritmo y el control del marcador durante todo el partido, sin que los Heat, que disputan las Finales por primera vez desde el 2014, tuviesen nunca la opción de meterse en el juego y mucho menos optasen a conseguir la victoria.
El tercer partido de la serie se jugará el domingo, en el mismo escenario de la burbuja de Orlando.