Confeso fanático de Boca, Daniel Osvaldo cumplió el 'sueño del pibe' al llegar a la entidad de La Ribera para poder defender la camiseta de sus amores. Viviendo cada segundo como un infante, el experimentado delantero vivió su primer Superclásico de manera por demás especial. Y aunque se lamentó por no poder aportar su grito en lo que terminó siendo el triunfo de los suyos por 2-0 ante River, la felicidad desbordaba su cuerpo.
"Es el primero recién, faltan dos finales más... Mirá lo que es esto, es hermoso", arrancó manifestando el eufórico atacante aún dentro del propio campo de juego. Mientras que enseguida se lamentó: "Faltó el gol, me dio bronca la que no entró, pero gracias a Dios ganamos".
Automáticamente, recordó una maniobra del complemento, cuando el partido aún estaba igualado en cero, que Marcelo Barovero le sacó una pelota del aire cuando estaba a punto de conectar de un testazo: "Pegó un manotazo el hijo de p...".
"Tuvimos buenas ocasiones. Fue un partido bastante vertiginoso. Sobre todo en el primer tiempo no hubo mucho juego, después nos soltamos en el segundo y jugamos muy bien. Creo que ganamos bien, ellos tuvieron la de Sánchez nada más... Fue merecido", comentó el ex Inter respecto a lo que fue el encuentro.
Y cerró haciendo referencia a lo que se viene, la Eliminatoria por un pasaje a los Cuartos de Final de la Copa Libertadores: "Cada clásico es un partido aparte... Sí es normal que nosotros vamos a ir un poquito más contentos, ja".